El presidente del Govern, Jaume Matas, propuso a su homólogo
catalán, Pasquall Maragall, durante la reunión que mantuvieron el
viernes en Palma, que el escritor Gabriel Janer Manila dirigiera el
Institut Ramon Llull (IRL), noticia que ayer adelantaba este
periódico. La negativa del presidente de la Generalitat a aceptar
esa propuesta provocó la decisión de Matas de que el Govern
abandonara la entidad.
Maragall no podía aceptar a Janer Manila porque ya había
prometido ese cargo al editor catalán Xavier Folch, y lo había
hecho, de nuevo, de espaldas al Govern, con quien debía consensuar
todas las decisiones que afecten al IRL. Una actitud idéntica
desató en febrero esta larga crisis entre ambos Ejecutivos, cuando
la Generalitat anunció el nombramiento de Aina Moll como directora
del IRL sin consultar con el Govern.
La presidenta del CIM, Maria Antonia Munar, se pronunció ayer
sobre el abandono balear del IRL y afirmó que tanto Matas como
Maragall «son culpables». «Era una muerte anunciada», dijo en
referencia a la decisión del Govern. Munar, que como líder de Unió
Mallorquina mantiene un acuerdo de gobernabilidad con el PP balear,
apuntó que Maragall es responsable de la situación creada por sus
anuncios de nombramientos de nuevos responsables de la entidad
cultural sin consultarlos con el Govern, pero agregó que esto ha
sido para Matas «una magnífica excusa» con la que justificar su
decisión. «No es bueno ni para nuestra lengua ni para nuestra
cultura», apuntó.
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