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El retablo del Corpus Christi de la Seu, obra realizada en el siglo XVII por el escultor y arquitecto mallorquín Jaume Blanquer, ha recuperado su antiguo esplendor tras un exhaustivo trabajo de restauración. La intervención se ha llevado a cabo dentro del Plan Catedrales, promovido y subvencionado por el Ministerio de Cultura bajo la dirección del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico Español.

Catalogado por el delegado diocesano de Patrimonio del Obispado, Pere Joan Llabrés, como «la pieza mejor y más suntuosa de la retablística barroca mallorquina», la rehabilitación de esta obra monumental ha supuesto una inversión de 237.950 euros y ha sido desarrollada por la empresa Tracer. La causa principal de su deterioro eran «los levantamientos y disgregación de estratos de preparación, policromía y oro», según Laura Cevallos, del Instituto Nacional de Patrimonio.

Esta circunstancia fue causada, afirma Luisa García, jefa del equipo de restauradores, «por las limpiezas agresivas que ha sufrido a lo largo de su historia, que han producido un desgaste del dorado y del color alarmante, llegando incluso a detectarse pérdidas de material escultórico». Añade que «otros desperfectos que alteraban gravemente la visión del conjunto eran la acción de la cera y el humo de las velas que antiguamente se colocaban para iluminarlo».