El cantautor donostiarra Imanol Larzábal, que falleció el
viernes en un hospital de Orihuela (Alicante) tras sufrir un
derrame cerebral, fue un defensor, desde la canción, de la cultura
vasca, primero desde las filas de ETA y luego alejado de la banda
terrorista, cuyas amenazas le llevaron a abandonar el País Vasco.
Larzábal, cantante y compositor, nació en San Sebastián, el 11 de
noviembre de 1947, y aunque estudió delineación nunca ejerció esta
profesión. En 1964 comenzó a cantar en euskera a la vez que
frecuentaba los ambientes «abertzales», hasta que tres años después
decidió integrarse en ETA. En 1968, fue detenido y pasó seis meses
en la prisión de Martutene, en San Sebastián.
Poco después, se refugió en Francia y vivió en Bayona, Burdeos y
París, en donde ofreció numerosos recitales. A principios de 1977
regresó a España tras la amnistía y, ya distanciado de la
organización terrorista, nunca dejó de apoyar iniciativas a favor
de la cultura vasca. Entre otras, participó en la «Korrika», una
andadura a través de toda la comunidad autónoma y Navarra para
recaudar fondos en favor de la «euskaldunización» de adultos. En
julio de 1985, Imanol estuvo envuelto involuntariamente en la fuga
de dos presos de ETA que se introdujeron en los altavoces
utilizados por el equipo de sonido. Imanol y cinco miembros de su
grupo fueron detenidos por la policía. Poco después fue puesto en
libertad.
En octubre de 1989 fue amenazado por unas pintadas supuestamente
realizadas por la banda armada ETA, gesto que fue denunciado con
una masiva protesta en apoyo al cantautor y que culminó con el
concierto denominado «Contra el miedo», celebrado en noviembre del
mismo año. Cobró notoriedad cuando en octubre del año 2000 comunicó
que dejaba el País Vasco por haber sufrido amenazas. En ese momento
dijo que en Euskadi se vivía un «ambiente irrespirable» y explicó
que había venido sufriendo todo tipo de presiones desde que en 1986
participó en un concierto de homenaje a Dolores González Katarain,
Yoyes, asesinada por ETA. La muerte de su madre, ocurrida un año
antes, en 1999, fue otro de los motivos que desencadenó su marcha.
Desde entonces, Imanol ha regresado de forma esporádica a Euskadi y
en 2004 colaboró en el disco colectivo en recuerdo al fallecido
Julen Lecuona. Su último disco es «Versos encendidos» (2003), en el
que incluye 15 temas «fruto de un «trayecto de itinerancia
geográfica y de reflexión íntima, lejos de la tierra que me vio
nacer». En su discografía se incluyen títulos como «Herriak ez du
barkatuko» (1974), «Lau haizetara» (1977), «Jo ezan» (1981),
«Orhoituz» (1985), «Muga beroetan (1989), «Viajes de mar y luna»
(1990), «Barne kanta» (1994), «Hori bera da denen ixtoria» (1996) y
«Ausencia» (2000).
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