El gerente de la Simfónica, Abili Fort, el tenor Rene Kollo, el barítono Kurt Rydl y el presidente de la Asociación Austriaca de Amigos de Mallorca, Josef Egger, en la residencia de Son Noguera, propiedad de éste último.

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El Castillo de Bellver se vestirá de largo el primer día de julio para acoger una velada de ópera «excepcional». Presentada como una «noche de estrellas» y organizada por la Asociación Austriaca de Amigos de Mallorca en colaboración con la Simfònica, reunirá sobre el escenario algunas primeras figuras de la lírica. Las sopranos Regina Schörg y Marcela Cerno, esta última conocida mundialmente como «la embajadora de la opereta vienesa»; los tenores Rene Kollo y Peter Dvorsky, ambos asiduos de los principales escenarios operísticos del mundo y catalogados entre los más cotizados y buscados, y el bajo Kurt Rydl, con un repertorio de más de cien papeles y también muy conocido en los grandes escenarios, serán los protagonistas de la noche con el acompañamiento de la Simfònica, bajo la dirección de Edmond Colomer. El espectáculo será en beneficio del Proyecto Hombre.

El repertorio escogido incluye un amplio abanico de sonoridades. Se trata de una selección esmerada de fragmentos de obras, principalmente operturas y arias, de siete grandes maestros de la lírica. Desde Rossini a Mozart, pasando por Wagner, Puccini, los checos Dvorak y Smetana, y acabando con Verdi, formarán parte del programa. Un programa, según el presidente de la mencionada asociación, Komm-Rat Josef Egger, «muy romántico, pensado para una noche de verano y un escenario como el de Bellver». En la selección también se han tenido en cuenta los repertorios de los solistas que intervendrán, ya que colaboran desinteresadamente en el acontecimiento. Y es que el concierto es posible gracias a la amistad de Egger con algunos de los intérpretes, dos de ellos, Rene Kollo y Kurt Rydl, con residencia en Mallorca.

El concierto empezará con Rossini (1792-1862) y su obras más representativas y populares, el opertura de «El Barbero de Sevilla» y el aria «La calumnia». Después llegará Mozart (1756-1791), con cuatro fragmentos de «El rapto del serrallo»: en concreto, dos arias de «Constanze», la aria de Osmin, el guardián del serrallo y un dúo entre éste y Blonde. Y de Mozart a Wagner (1813-1883), con un cambio de estilo manifiesto. Así, la opertura del tercer acto de «Lohengrin» y parte de la escena final del acto primero de «La walquiria» son las piezas escogidas. A continuación, se retornará al bell canto con el último de los grandes compositores operísticos, Puccini (1858-1924). Podrá escucharse el vals de Musetta del segundo acto de «La Bohème» y un fragmento de «Tosca». La segunda parte empezará con Antolin Dvorák (1841-1904) y Bedrich Smetana (1824-1884), seguramente los menos conocidos para el público mallorquín. Del primero se interpretará un fragmento no operístico, la «Danza eslava nº. 8, op. 46», y la aria que canta en el acto primero la protagonista de «Ruslaka», considerada «un auténtico cuento de hadas. De Smetana se ha escogido una muestra de su mejor ópera con raíces populares y que lleva por título «La novia vendida». Finalmente, Verdi (1813-1901) cerrará el repertorio. Será con el preludio de «Aïda», «Nium mi tema» -que cierra «Otello»- tres fragmentos de «La Traviatta». Como regalo al público, está previsto que todos los solistas intervengan juntos al final en el célebre brindis «Libbiamo, ne'lieti calici».