Las obras más importantes sobre papel de los últimos 18 años del
pintor Jim Bird (Bloxwich 1937, Inglaterra) se pueden contemplar
desde ayer en el Museu de Menorca. El artista inglés afincado desde
finales de los 60 en Mallorca ha reunido gran parte de su obra en
una gran muestra dividida en dos partes.
La primera parte se compone de las telas de gran formato que han
podido contemplarse en sa Llonja de Palma. La otra mitad es la que
se refiere a collages y óleos, acrílicos y técnicas mixtas sobre
papel que estará hasta finales de septiembre en el Museu de Menorca
en Maó y que consta de unas 50 piezas. Posteriormente, el montaje
podrá verse en Eivissa.
Durante la presentación del acto, el conseller de Cultura,
Francesc Fiol, resaltó la figura del artista inglés que ha hecho de
Mallorca y de Manhattan sus auténticas residencias. Por su parte la
comisaria de la muestra, Gudi Moragues, ensalzó la obra de un
artista que combina el expresionismo abstracto con la poesía. Esto
se puede ver en una serie de cuadros en los que aparecen textos
junto a pinturas. Una de sus obras cumbres en este aspecto es el
«Elogi dels diners», dedicado a Anselm Turmeda, donde aúna su arte
con una caligrafía excelente para recrear la obra del literato.
El autor de los cuadros, Jim Bird, rechazó de plano que ésta sea
una exposición antológica «ya que aún estoy vivo y me queda mucho
por hacer». Bird se autodefinió como un «pintor caótico ya que
nunca se que haré por la mañana al levantarme». Para el artista,
«cada día es una aventura. Yo simplemente pinto y aparecen siempre
cosas diferentes». El artista reconoció que no todas sus obras son
buenas «pero de los errores y las catástrofes, que alguna he hecho,
siempre he aprendido de cara al futuro».
El acto contó, también, con la presencia de Catalina Sureda,
directora general de Cultura, y Llorenç Huguet, presidente de la
Fundació Sa Nostra.
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