Maria Antónia Munar sostiene en su mano una de las monedas de oro halladas en el barco. Fotos: M. NADAL

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Los arqueólogos que excavan en el yacimiento subacuático de Cala Sant Vicenç explican que el barco griego del siglo VI antes de Cristo, encontrado hace dos años, mercadeaba por el Mediterráneo con todo lo que era susceptible de comercio en la época. Monedas, aceite, vino, cerámica, piedras de molino, metales, entre ellos cascos de guerra, herramientas y lingotes, y hasta joyas, que probablemente se hacían a bordo. El barco se asemejaba al carro de un buhonero o a un moderno hipermercado.

Un equipo de excavación del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya y del CIM trabaja en la zona periférica del navío y desde que empezaron han encontrado cerámica griega que data del siglo VI antes de Cristo, ánforas griegas, un casco de guerra que aún conserva las anillas que usaban para sujetárselo a la barbilla, y una pieza de piedra que servía de molde para fabricar joyas, además de diferentes monedas de la época. Xavier Nieto, codirector de la excavación junto a Ferran Tarongí, dijo que «la nave está en muy buen estado de conservación porque las piedras del acantilado que rodean el barco lo cubrieron y protegieron el yacimiento».

Además, Nieto explicó que «el trabajo de excavación se hace un tanto complicado debido a que no queremos tocar las maderas del barco por no romper ninguna zona. Tenemos que aguantar el cuerpo en vertical con respecto al barco lo que complica el trabajo de excavación». El barco hundido en Cala Sant Vicenç es de los pocos, sólo se conocen dos más, que no contiene ningún clavo metálico o de madera en todo su casco. El codirector de las excavaciones explicó que «es de las pocas naves que tienen todas las maderas de su casco cosidas con una cuerda en forma de zigzag».