Tiene muchos puntos en común con Marlene Dietrich aunque ha
sabido alejarse de su estela y seguir su propio camino. Ute Lemper
recoge la esencia de las grandes divas alemanas, una esencia que ha
sabido transformar y acercar hasta el presente. Su música cerrará
esta noche el Jazz Voyeur Festival en el Casino. «Realizaré un
viaje por mis músicas, empezando, como no podía ser de otra manera,
por la Alemania de la República de Weimar», afirmó la cantante. Una
Alemania de entreguerras «donde la crítica política y la sátira
estaban siempre presentes», una época «excitante» donde «cada día
se daban pequeñas revoluciones artísticas».
«Había una lucha constante por innovar que hoy se ha perdido».
«La búsqueda constante» se ha cambiado por «la comercialidad», una
circunstancia que ha propiciado «la pérdida de la libertad
creativa». «No soy una gran estrella, algo que me ha permitido
hacer realmente lo que quiero y encontrar mi camino». Tras la
Alemania de entreguerras llegará el turno de la chanson françoise y
Jacques Brel, de Astor Piazzolla y de las composiciones de Lemper
para terminar con «un collage de diferentes ritmos». En Mallorca no
cantará canciones de Tom Waits o Nick Cave, que ha dejado para
otros recitales. A pesar de esto, «mi repertorio es totalmente
contemporáneo».
Tiene ciertos componentes contestatarios y políticos aunque no
se basa exclusivamente en estas dos premisas: «Es un concierto más
filosófico que político en el que hablo de los problemas sociales y
humanitarios, de lo cotidiano, pero, sobre todo, hablo de la
economía y de la religión, dos cuestiones que considero básicas hoy
en día». La Ute Lemper compositora se define como «una contadora de
historias, muy política, muy actual, conectada con los problemas
del presente, pero nada provocativa».
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