Ute Lemper se encuentra trabajando en un nuevo álbum, que saldrá en 2005. Foto: PERE BOTA

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Tiene muchos puntos en común con Marlene Dietrich aunque ha sabido alejarse de su estela y seguir su propio camino. Ute Lemper recoge la esencia de las grandes divas alemanas, una esencia que ha sabido transformar y acercar hasta el presente. Su música cerrará esta noche el Jazz Voyeur Festival en el Casino. «Realizaré un viaje por mis músicas, empezando, como no podía ser de otra manera, por la Alemania de la República de Weimar», afirmó la cantante. Una Alemania de entreguerras «donde la crítica política y la sátira estaban siempre presentes», una época «excitante» donde «cada día se daban pequeñas revoluciones artísticas».

«Había una lucha constante por innovar que hoy se ha perdido». «La búsqueda constante» se ha cambiado por «la comercialidad», una circunstancia que ha propiciado «la pérdida de la libertad creativa». «No soy una gran estrella, algo que me ha permitido hacer realmente lo que quiero y encontrar mi camino». Tras la Alemania de entreguerras llegará el turno de la chanson françoise y Jacques Brel, de Astor Piazzolla y de las composiciones de Lemper para terminar con «un collage de diferentes ritmos». En Mallorca no cantará canciones de Tom Waits o Nick Cave, que ha dejado para otros recitales. A pesar de esto, «mi repertorio es totalmente contemporáneo».

Tiene ciertos componentes contestatarios y políticos aunque no se basa exclusivamente en estas dos premisas: «Es un concierto más filosófico que político en el que hablo de los problemas sociales y humanitarios, de lo cotidiano, pero, sobre todo, hablo de la economía y de la religión, dos cuestiones que considero básicas hoy en día». La Ute Lemper compositora se define como «una contadora de historias, muy política, muy actual, conectada con los problemas del presente, pero nada provocativa».