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J.N.

Residente de hace años en Nueva York, la marchante de arte Marieta Estelrich, mallorquina, regresó a su tierra para pasar el verano y asistió, la semana pasada, a la inauguración de la instalación «Il Lavatoi dell'anima», de Fabrizio Plessi, en el Aljub de Es Baluard. Aunque no quiso opinar sobre esta obra, -al tratarse «de un amigo y no sería objetiva», comentó-, no dudó en hacerlo a la hora de destacar el excelente proyecto arquitectónico del museo y la «gran colección, a nivel europeo» que contiene.

Gran conocedora del mercado internacional del arte, la mallorquina explicó que «en los últimos años ha subido una barbaridad, principalmente el expresionismo abstracto americano, los precios en las subastas internacionales son impagables, mucho más elevados que los grandes maestros antiguos, de los que actualmente ya salen pocos al mercado». Estelrich, que es considerada una experta en encontrar aquellas obras que nadie encuentra, atribuyó principalmente esta subida del mercado a «la bonanza económica y a que hoy el arte es una excelente inversión».

La marchante no quiso elucubrar sobre qué grandes artistas del momento son los que tendrán un mayor peso en el futuro, aludiendo a la importancia que en este hecho tienen sus marchantes y la sintonía del artista con el gusto colectivo. Marieta Estelrich consideró que el arte vive un buen momento, y al ser interrogada por Nueva York como una de las grandes capitales del arte, no escatimó elogios para la ciudad. Según dijo «el motivo reside en la mezcla de gentes de diferentes culturas que en ella confluyen y en la gran energía y creatividad que hay. Es una ciudad en la que todo está en movimiento, no sólo en el arte, sino en la cultura en general».