Costa Nord acogió anteanoche, ante un lleno total de público, a
la cantante portuguesa Dulce Pontes en otra velada del ciclo
llevado a cabo en Valdemossa, el ya clásico Nits Mediterránias. Con
mucho ambiente e interés, los que se acercaron hasta el predio de
Costa Nord evaluaban en algunos casos cuál sería el resultado final
de esta intérprete lusa que, rompiendo el molde de la ortodoxia,
produce un sonido y un hacer diferentes de lo que se estila casi a
rajatabla tanto en fado como en canción medieval.
En otros casos, los presentes departían no ya acerca del modo en
que canta, sino en intercambiar información para acercarse, aún
más, al mundo musical de Dulce Pontes. Y a las diez en punto de la
noche, el escenario recibió a la portuguesa con un cerrado aplauso;
a continuación sobrevino un respetado y grato silencio. Pontes se
sentó al piano e interpretó tres canciones en solitario de su nuevo
álbum, «Focus», que comparte con el artista y compositor Ennio
Morricone. Su increíble registro vocal y su buen gusto para el
teclado revelaron una faceta casi desconocida para muchos: la
ejecución del piano.
No sería, claro, la única sorpresa de la noche. Recorriendo
parte de su repertorio actual y no tanto, Dulce Pontes hizo
disfrutar a la audiencia tanto como sus destacados músicos, en una
verdadera clase de ensamble y talento. El remate del concierto no
pudo ser mejor: «María de Buenos Aires» y «Balada para un loco»,
dos tangos de antología, que dejaron boquiabiertos a muchos. Por no
decir a todos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.