El telar y el resto de piezas de Can Bujosa. Foto: ALBERTO VAN STOKKUM

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El Museu de Lluc amplía sus salas con la inauguración, el próximo día 5, de las que albergarán el legado de Guillem Bujosa de maquinaria textil, que se completará con otras piezas del fondo del monasterio. Elvira González, directora del museo, ultimaba estos días el montaje de las salas «en las que expondremos la donación de Guillem Bujosa, de Can Bujosa, de Santa Maria, dedicada a la fabricación de tejidos autóctonos tradicionales».

Un gran telar del siglo XIX, una rueca, un torno, una caja de urdidores, lizos y peines mostrarán al visitante los elementos con los que se confeccionaban las sedas, algodones y la famosa roba de llengos de las que se podrán ver distintos ejemplos. El legado incluye también un tapiz del XIX, hecho en la Isla, que ha sido restaurado.

Para «contrastar el mundo rudo del taller», la directora ha reunido en esta zona del museo elementos relacionados con el mundo textil, ricamente tejidos y ornamentados, como una colección de casullas y capas pluviales del siglo XVIII; un baúl con ropa interior de lino de la colección Mulet; retratos de personajes locales del XIX, que con su vestimenta ejemplifican las costumbres de entonces, y una virgen vestidera, estucada y policromada, con un rico atuendo de raso.