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R.N.
La Fundación Bartolomé March dio ayer por cerrada la crisis en su junta de patronos después de la celebración de una reunión extraordinaria «en la que se ha puesto punto final a las diversas divergencias existentes entre los patronos», según el comunicado remitido anoche a esta redacción. En la misma se acordó nombrar presidente de la institución al jurista Luis Alberto Salazar en sustitución de Manuel March, y aceptar el cese como director de Basilio Baltasar.

A la reunión, celebrada en Palma, asistieron Maritín Cencillo de March, viuda del fundador; sus hijos Manuel, Leonor y Marita; y su nieta Bibiana Fierro. No asistió Javier Chico de Guzmán, hijo de Leonor March.

Por unanimidad de todos los presentes se acordó nombrar a Luis Alberto Salazar Simpson nuevo patrono y presidente. Jurista de reconocido prestigio, ostenta el cargo de consejero de diversas entidades de primer orden, como Auna y Amena. Asimismo, es vicepresidente de la Asociación Nacional de Fundaciones.

En la reunión se acordó «aceptar el cese de D. Basilio Baltasar como director general de la Fundación». Las fuentes consultadas por este periódico no precisaron los términos de este cese. El comunicado de la Fundación asegura que «por acuerdo unánime de los patronos asistentes a la reunión, la Fundación mantiene intactos sus derechos patrimoniales, sin que haya renunciado a ninguna acción o derecho que pudiera corresponderle sobre los bienes que han sido objeto de controversia».

Como se sabe, la crisis en la Fundación March estalló el pasado 30 de junio, cuando el anterior presidente, Manuel March, desconvocó una junta de patronos al enterarse de que había perdido la confianza de la mayoría y de que iba a ser dimitido del cargo. La reunión, sin embargo, se celebró, pero ni Manuel March ni Basilio Baltasar reconocieron la legitimidad de sus efectos.

A partir de entonces se desató un ofensiva de acusaciones que tuvo a Basilio Baltasar como protagonista principal y a Marita March como blanco de sus acusaciones. En concreto, el ex director aseguró que la hija de Bartolomé March se había apropiado de un cuadro de Goya que pertenecía a la Fundación, extremo que ella niega al considerarlo parte de su herencia. El caso llegó a los juzgados, y el Govern balear tomó cartas en el asunto en su calidad de garante de la institución.