Un interior en el que colaboraron el poeta y el arquitecto.

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El poeta Pablo Neruda mantuvo una relación muy especial con el arquitecto Germà Rodríguez Arias. Idearon conjuntamente siete proyectos de los que sólo cuatro vieron la luz, mezclando la manera de ser del chileno con el racionalismo del catalán. El resultado de su unión podrá verse a principios de 2005 en la nueva sala de exposiciones del Col·legi Oficial d'Arquitectura de les Illes Balears (COAIB) a través de la muestra «Cases per a un poeta. Neruda y Rodríguez Arias».

El montaje se compone de fotografías, telegramas, cartas, anotaciones personales, presupuestos y planos que presentan la relación entre el poeta y el arquitecto. «Los trabajos conjuntos que realizaron son como un traje a medida para Neruda», explicó Federico Climent, presidente de la demarcación oficial del COAIB. Siempre se trataba de casas «pequeñas y laberínticas construidas con objetos que Neruda apreciaba y que aprovechaba para reutilizar». «Era como si el arquitecto pasara a limpio las historias del poeta». Ojos de buey de barcos junto a ojos reales, escaleras de caracol interminables, grandes cristaleras o muebles realizados a base de restos son algunas de las creaciones de Neruda y Rodríguez Arias.

La muestra se complementará con un catálogo y con un documental llamado «Illa negre, illa blanca» que recoge la obra que Rodríguez Arias realizó en Eivissa tras su trabajo con Neruda. «En estas construcciones puede verse cómo su amistad continuó después y cómo el arquitecto siguió la misma línea iniciada junto a Neruda». Los grandes ventanales, la madera, el tratamiento del suelo o el uso intensivo del blanco con un poco de color continuaron mucho después de su separación.