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La muerte de Àlvaro Santamaría a los 87 años provocó numerosas muestras de dolor en el mundo de la cultura y entre la comunidad académica. Maestro de maestros de la historia, son pocos los estudios e investigaciones sobre la Mallorca Medieval y la Corona de Aragón que no contengan referencias a Santamaría. El funeral se celebrará hoy en la iglesia de Sant Sebastià de Palma a las 20.00 horas.

El rector de la UIB, Avel·lí Blasco, afirmó que la comunidad universitaria está de luto y alabó el trabajo docente que Santamaría ejerció sobre toda una generación de historiadores de las Islas. Desde la universidad de Valencia y la de Barcelona, con la cual estuvo vinculado durante su vida profesional, también llegaron condolencias. Antoni Riera, catedrático de Historia Medieval de la UB, destacó que «es prácticamente imposible no encontrarse con él cuando se habla de estudios sobre la historia de Mallorca o la Corona de Aragón». Desde Valencia, donde nació Santamaría, el profesor Rafel Narbona recordó que el historiador trabajaba intensamente en los archivos municipales destacando obras sobre las transformaciones políticas e institucionales de los gobiernos municipales de Valencia.

Por parte de la Comunidad Autónoma, el conseller de Cultura, Francesc Fiol, se refirió a Santamaría como el especialista más destacado en Historia Medieval que ha tenido Mallorca y «una persona central en lo que concierne al conocimiento y difusión de esta época». Aparte de las declaraciones institucionales, las personas más próximas a Santamaría fueron las que sintieron más su pérdida, sobre todo sus compañeros de profesión como Maria Barceló, una de sus discípulas y una de las que más relación mantuvo con él. Junto a ella, el catedrático de Historia Medieval, Pau Cateura, destacó el importante trabajo desarrollado por el historiador para lograr «la profesionalización de los estudios de historia» y como impulsor de la sección de Historia de la UIB. «Era una persona muy trabajadora y convencida».

Este último extremo también fue recordado por Miquel Duran, catedrático de Historia Contemporánea. «Era una persona que nunca perdía el tiempo y que no dejaba que lo perdieran quienes estaban a su alrededor. Trabajó hasta el último momento». Uno de los aspectos más destacados por Duran fue que Santamaría fue el primer catedrático de Historia Medieval de la UIB cuando la entonces facultad de historia, en 1977, estaba todavía en proceso de creación. Roman Pinya, catedrático de Historia del Derecho, sintetizó la persona y obra del fallecido como «una figura indiscutible para nuestra historia, maestro de maestros, creador de una escuela y un gran promotor de los estudios universitarios de la UIB».

Desde el Arxiu del Regne, su director, Ricard Urgell, reconoció que fue «una persona que estimuló a sus alumnos en la investigación y un gran investigador a pesar de que su metodología fuera discutible con el paso del tiempo».

El ex conseller Damià Pons también coincidió en la importancia de esta figura de la historia para las Islas, a pesar de que no hubiera coincidencia en algunas interpretaciones sobre el Regne de Mallorca y la Corona de Aragón.