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Hace unos días que la rotonda de la carretera de Valldemossa luce la escultura «Guardián de los vientos del Norte», de Joan Bennàssar. La pieza, adquirida por el Ajuntament de Palma en 1999 con motivo de la Universiada, fue ubicada en un principio en la Plaça Porta de Santa Catalina y su traslado ha sido motivado por una serie de actos vandálicos que provocaron la posterior restauración de la obra escultórica.

Ya hace dos años que el «Guardián» fue retirado de su exposición pública, tiempo que el artista ha aprovechado para ampliar el tamaño de la escultura en casi un metro de altura.

Realizado con una estructura de hierro sobre la que ha moldeado la figura en hormigón, el «Guardián» se acompañó, en su génesis, de una escultura similar que representa a una mujer, ambas producto de la serie de efigies humanas cuyo rasgo común es la mediterraneidad. Bennàssar dice estar muy «satisfecho» con el emplazamiento de su obra. «La rotonda protege a la escultura de los destrozos sufridos en su anterior ubicación, que era más accesible».