Doctor Martin Clavo, en un momento de su actuación. Foto: C.V./S.C.

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Aún siendo The Unfinished Simpathy y Lori Meyers dos de las bandas más destacadas en el panorama musical independiente del 2004, esta circunstancia no fue suficiente para congregar la noche del sábado a más de 500 personas delante del enorme escenario de la Plaça Major de Palma. Lo que al inicio de la velada presagiaba un buen comienzo de las fiestas patronales, con un cuarto de plaza ocupado por jóvenes adolescentes dispuestos a disfrutar de los grupos locales, un potente equipo de sonido y un complejo equipo de luces, se fue transformando en una leve sensación de fracaso para muchos de los que esperaban con ganas esa noche de revetla.

Las bandas locales fueron las que mayor y más efusivo apoyo recibieron del público, logrando Richter 7 y Dog Day Afternoon momentos de gran intensidad en la interpretación de sus canciones. Por otro lado, Doctor Martin Clavo consiguieron hacer reir con sus comentarios políticamente incorrectos, entre los que avanzaron algunos de los temas de su próximo disco, «Cómo lo quiere ud.?». Se acercaba la medianoche y, con ella, los cero grados en el termómetro de la Plaça Major. Los granadinos Lori Meyers dijeron sentirse como en casa mientras interpretaban los temas de su ya lejano «Viaje de estudios». Fue la actuación que más público registró, llegando al medio millar de atentos espectadores, y también la más tediosa pues, a pesar del buen sonido y de sus brillantes melodías, su concierto no consiguió despegar.

Ajenos al frío, y al ir y no venir de la mayoría de espectadores, los británicos Seafood, que fueron los siguientes en subir al escenario, distorsionaron sus guitarras y dieron buena muestra de su indierock de influencia yankee a aquellos que les quisieron prestar atención, pues los cerca de doscientos aficionados que quedaban en la plaza no querían otra cosa que disfrutar de The Unfinished Simpathy, con uno de los mejores directos de rock en la escena nacional. Cerca de las tres de la madrugada, sus canciones combatieron el frío sonando dinámicas y vigorosas, satisfaciendo a los pocos espectadores que aguantaron estoicamente hasta el final de su actuación.