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Reversible, sin productos químicos y a modo de crostera. Así resumió la restauradora Marina Crespí el trabajo de preconsolidación que debe hacer en los muros y estructuras romanas halladas en sa Calatrava por encargo de Patrimomi Històric del CIM. Será una acción reversible.

Los técnicos de Patrimoni decidieron proteger de urgencia estos muros de piedra unida con escaso mortero debido al mal tiempo reinante, aunque Crespí explicó a este diario hace unos días que, a su entender, los muros no corrían un peligro excesivo. «No son tanto los factores climáticos como que en la obra suceda cualquier despiste; el mortero no es una maravilla, pero se aguanta». Las estructuras romanas, que corresponden a los cimientos de tres habitaciones y a un horno, fueron encontradas en un solar de sa Calatrava, junto a la muralla, donde se construye un edificio de viviendas de lujo. Mientras la promotora cambia el proyecto para integrar los restos arqueológicos en el mismo, estos están al aire.

Crespí apuntó que los preconsolidará con «una mezcla de grava 0 y 1 y cal, con una proporción de poca cal, 12 a 1, para que luego pueda quitarse». La restauradora lo explicó muy didácticamente cuando dijo que «será como cuando se hace un pescado a la sal». Crespí no quiere taparlos con lonas para que «respiren y se pueda drenar»; de lo contrario, podía provocarse un efecto «sauna». Todo ello implica sólo una parte de lo que se hará en este yacimiento a la espera de que sea aprobado el nuevo proyecto de construcción que presente Pere Rabassa, que debe contemplar la integración de las estructuras arqueológicas.