En la imagen, la fachada del Temple, un edificio de época islámica.

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El pleno del Consell de Mallorca ratificó ayer por unanimidad declarar Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento al Temple. En la misma sesión también aprobó la creación de la Comissió Tècnica Insular de Museus y su reglamento. Además, se certificaron cinco nuevos BIC: el convento de San Bonaventura de Llucmajor, el archivo de la familia Oleza, la colección de mosén Aguiló, los órganos históricos más representativos de Mallorca y el Casal de Can Domènech de Alcúdia, sede de la Fundació William J. Bryant. La declaración como BIC del Temple implica «suspender la tramitación de licencias municipales de parcelación, edificación o derribo» del edificio y «la suspensión de los efectos de las licencias ya concedidas», según el acuerdo. «Cualquier obra que deba realizarse en el inmueble deberá ser autorizada por la Comissió Insular d'Ordenació del Territori, Urbanisme i Patrimoni Històric».

La decisión del CIM implica, a efectos prácticos, que el propietario de las Torres del Temple, Fernando Palazuelo, no podrá construir viviendas en el inmueble, un edificio de época islámica. Su categoría como monumento garantiza su preservación para las generaciones futuras ya que limita las actuaciones urbanísticas que se puedan llevar a cabo en las torres. Hasta el momento, el Temple gozaba de la protección que le confería formar parte de las construcciones militares del Estado, una declaración BIC de 1949. Para llegar a la prohibición del uso de viviendas en El Temple, la Ponencia Técnica se basó en un informe de la UIB, como entidad consultora, y en las alegaciones presentadas por el Colegio de Arquitectos, además de los informes de sus técnicos, donde se destacaba «la problemática que puede suscitar la disposición de las instalaciones y que la disposicion de aquellas no podrá dañar ninguno de los valores a proteger».

La Comissió Tècnica Insular de Museus y su reglamento, por su parte, vienen impuestos por la propia Llei de Museus, que exige que cada Consell Insular cree una comisión que se constituya como el órgano superior consultivo en materia de museos y colecciones en cada Isla. El reglamento marcará las funciones de este organismo, que se encargará de decidir «qué es un museo y qué una colección museográfica», dijo Guillem Ginard, director insular de Cultura. Los principales objetivos de la comisión serán asesorar e informar sobre la organizacion, la creación y la coordinación de los museos y emitir dictámenes sobre la creación de nuevos museos y colecciones, sobre la revocación de la condición de museo y colecciones museográficas y sobre las normas técnicas de documentación museística, exposición y difusión. Si se cumplen las condiciones básicas, «aquellas entidades que soliciten entrar en la Xarxa de Museus podrán formar parte de la misma», según Ginard.