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JAVIER J.DIAZ

El escritor Antoni Serra (Sóller, 1936) presentó ayer en el CC Sa Nostra su último libro, «Passió (confessable) per la cinematografia», en el que analiza el mundo del celuloide recordando estrenos y comentando míticas películas. El volumen, el primero que publica la colección «Temps Moderns», repasa a través de tres capítulos («La memoria del celuloide», «Las películas de toda la vida» y «El celuloide en libertad»), parte de la historia del cine. Para él, este libro es «una pequeña parte» de su «memoria cinematográfica» forjada en la etapa en la que trabajó como crítico de cine. En ese periodo visitó varias veces los festivales de Venecia y de San Sebastián.

De ellos guarda muchas anécdotas. La actriz Analía Gadé fue la protagonista de una de ellas. «La ví en 'La mentira tiene cabellos rojos' y le hice una crítica feroz; al día siguiente, casi me escupió» relató el escritor, que confesó que desde entonces «cuando iba a charlar con ella siempre me echaba fuera de su camerino». Pero Serra, que se declaró admirador de Esther Williams y de Richard Burton, aprovechó para repasar la situación del cine actual. «Pedro Almodóvar es el Xesc Forteza de Castilla la Mancha y Spielberg es el culpable de la infecundidad del cine americano actual», sentenció.

Por eso, el celuloide está en una grave crisis: «Está muriendo, como la literatura, por una masificación absurda y un uso comercialista». Además, se acordó de la dureza de la meca del cine durante sus años de esplendor, los cuarenta. «Escritores como Faulkner o Fitzgerald hicieron guiones pero nunca tuvieron una buena acogida en Hollywood, ni siquiera consiguieron transformar su trabajo en películas». Por esto, Serra apuntó que «el cine se acabó en los años ochenta aunque todavía se realicen algunos films que valgan la pena».