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Jorge Azri pinta con dedicación en su estudio, desde donde observa los cambios climáticos de la naturaleza que inspiran su obra. Allí construye su modelo de ciudad ideal, que el próximo día 5 de abril inaugurará, a partir de las 20.00 horas, en la galería Maneu de Palma.

A Azri le gusta hablar de su obra: «La ciudad de mis cuadros es imaginativa, no tiene unos rasgos definidos y puede ser cualquier sitio; en mis ciudades el hombre, como mancha pictórica, se siente a gusto en los espacios abstractos de la ciudad». «Me ayuda a imaginar mi ciudad el efecto que dejan las olas del mar en la arena, la lluvia en la tierra, el sol en el tejado de los edificios y el aire en la atmósfera», explica.

Una de sus preocupaciones es la evolución de su pintura, a través de la que busca «conocer cada vez más la naturaleza expresiva de los materiales, que conduzco a veces y otras me dejo llevar por sus efectos y así consigo visiones nuevas de las ciudades y las personas que las habitan».

La obra de Azri tiene un estilo muy personal, que ha conseguido buscando dentro de su propia trayectoria pictórica.

En sus pinturas, parte de «una imagen muy simple, de algunas manchas de impresionismo abstracto». «Cuando tengo en la mente esta imagen simple, es cuando tengo más libertad», comenta.

Así, le gusta «captar la atención del espectador cuando mira la obra desde lejos; a través de unas perspectivas de trasparencias le invito a que entre en mis cuadros». «A medida que se acerca aporto nuevas lecturas hasta que puede encontrar el fondo, que son las partes del cuadro que no cubro». En sus obras crea una ciudad que «se forma y se deforma, que se acerca y se aleja», en palabras del propio pintor.