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JAVIER J. DíAZ

La galería Lebasi inaugura el jueves una muestra compuesta por 19 cuadros de gran formato realizados por Joana Ferrer. La exposición, que será primera individual de esta pintora en Palma, ofrece una visión compacta del mundo de la abstracción que destaca, sobre todo, por el impactante uso del color y la vivacidad de las pinceladas. Con este trabajo la pintora ha hecho un notable cambio en su trayectoria que la ha llevado del figurativismo a la abstracción. «Siempre quise pintar abstracto, pero es difícil dar el paso, aunque todo es atreverse», relató Ferrer, matizando que «ahora puedo expresar mejor lo que siento».

Para ella, la clave de su pintura se basa en dos pilares: la expresividad y el colorido. Utilza colores fuertes y llamativos que fluctúan según su estado de ánimo. Ferrer los mezcla provocando contrastes e introduciendo líneas rectas, círculos y puntos con una pincelada que se sitúa entre el frenetismo de Pollock y las influencias del constructivismo ruso.

«Lo importante es encontrar el equilibrio, cuando empecé pensaba que estaba haciendo el ridículo, sino hubiera tenido el visto bueno de un crítico, no me hubiera atrevido a seguir». Para hacer sus cuadros utiliza, además de colores vivos y fuertes, otro tipo de recursos. «Pinto acríclico sobre madera y lienzo pero utilizo pigmentos naturales, telas y a veces hasta látex», señaló Joana Ferrer, que en mayo acudirá con Lebasi a la feria de Seúl.