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«Los desbordamientos, las saturaciones, la sobreabundancia, la profusión proliferante de Erró, reinventan la pintura a partir de la más paradójica de las tabulas rasas. Puesto que todo ha sido ya pintado, sólo queda reciclar las imágenes muertas para que triunfe, llamativa, resplandeciente, irónica, incluso felizmente apocalíptica, la experiencia de toda la diversidad que coexiste en el mundo». Con estas palabras inicia el historiador y crítico de arte Jean-Louis Pradel el texto sobre la obra de Erró que se incluye en el catálogo que es Baluard ha confeccionado con motivo de la retrospectiva que sobre este autor se exhibe en el museo.

Experto conocedor de la corriente artística denominada figuración narrativa, en la que se incluye la obra del artista islandés, el crítico francés impartirá, el próximo 5 de mayo en el auditorio del centro museístico, la conferencia «Erró, héroe de la figuración narrativa».

Trasladado a Mallorca para estar presente en la inauguración de la exposición, Pradel destacó la figura de Erró, seudónimo de Gundmundur Gundmundsson (Olafsvik, 1932), como uno de los autores «más prolijos de nuestro tiempo», puesto que en su dilatada trayectoria, que abarca más de cuatro décadas, ha creado más de diez mil cuadros. «El Museu Es Baluard de Palma ofrece una selección de sesenta de estos lienzos, una muestra que nos da entender el compromiso histórico y social de Erró, uno de los pocos artistas contemporáneos que ha tenido la valentía de no abandonar el combate», en contraposición «a muchos otros autores que, en pos de la mediatización del mundo, se han replegado en sí mismos, adoptando ciertas elegancias nacisistas». Para mantener esta visión crítica de la realidad, afirma que «las imágenes de los mass media han sido regeneradas por Erró, sin discriminación ni exclusión, confrontándolas y mostrándolas a la sociedad».

Asimismo, el crítico reconoce en la obra de Erró «la herencia de toda la historia del arte», una responsabilidad que «el artista proyecta, con sabiduría y audacia temeraria, en un determinante retrato de nuestro siglo que nos da una clara imagen del futuro y las claves para hacerle frente». En este sentido, afirma que el papel que la producción del islandés ha jugado en la escena artística contemporánea «ha repercutido al conjunto de los continentes» y, por este motivo, «merece ser destacado y recontextualizado».

Jean-Luis Pradel añadió que la exposición en Es Baluard no ha podido ser más acertada, a la vez que expresó su admiración por «este espacio abierto al mar».