Educada en una familia de la alta nobleza española, la de los
duques de Arcos, sus tíos, fue virreina de Mallorca. Esta mujer
ilustrada, que hablaba varios idiomas e interpretaba música,
enviudó tres veces y a los veinte años abandonó el mundo para
entrar en el convento zaragozano de las capuchinas descalzas. En
1662 regresó a Mallorca con un objetivo distinto al que guió su
primer viaje, en 1644, cuando llegó como joven esposa del virrey
José Pérez de Pomar y Torres. Volvía para fundar un convento de
capuchinas. Ahora, sus hermanas de Palma conmemoran el tercer
aniversario de la muerte de sor Clara María, nacida Teresa María
Gómez de Sanabria y Ponce de León (1624 - 1705).
Con un perfil muy diferente al que la Iglesia actual proyecta de
las religiosas, sor Clara María recibió una educación no habitual
para las mujeres de su tiempo, escribía poesía mística y era una
gran admiradora de Teresa de Àvila, otra mujer de carácter, cuyas
obras formaban parte de su biblioteca personal. Sor Clara María
renunció a una vida acomodada para profesar una regla caracterizada
por la «austeridad» y la «contemplación», como explica sor Aina
Mateu, actual abadesa de las capuchinas, quienes, sin dejar de
pertenecer al siglo XXI, continúan cumpliendo el mandato de su
fundadora. «En este convento, aunque somos pocas, hay mucha vida,
somos siete hermanas que seguiremos en el monasterio hasta que la
providencia del padre amoroso nos de vida», comenta sor Aina. «Si
un día el convento se tiene que cerrar, será patrimonio de
Mallorca», añade, dando muestras de una gran generosidad por parte
de la comunidad. El «espíritu de pobreza, sencillez y fraternidad»
de las capuchinas no ha variado en tres siglos.
Con la llegada de la primavera, los como «rosales de las
fundadoras» alegran el patio interior del convento mientras se
organiza el programa del centenario, que se desarrollará el 28, 29
y 30 de abril. El 28 se inaugurará una exposición, a las 20.15, en
el «antic parlador» del monasterio con piezas de su fondo, y de
colecciones públicas y privadas, como el joyero de que utilizaba
sor Clara antes de profesar, una pieza de filigrana de plata que
después se usó para «llevar la extremaución a las monjas», explican
Aina Pascual y Jaume Llabrés, comisarios del proyecto cultural del
convento, donde se harán los actos. El obispo Jesús Murgui oficiará
la misa en memoria de la fundadora el 28 a las 18.30 con la
presencia de los Blauets, que ofrecerán un concierto. El 29, a las
20.00, habrá una conferencia sobre la orden capuchina por Josep
Maria Segarra y el 30, a las 20.00, un concierto de clavecí de
Timothy Roberts. Todo ello es posible gracias a la ayuda del CIM,
Cort, el Govern, GESA-Endesa y Sa Nostra.
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