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Josep Maria Alaminos presenta en el Casal de Son Tugores de Alaró su obra «Sanguifluus» donde reflexiona sobre la sangre, que forma parte del ser humano y que es signo de vida. Así, se puede observar una nueva evolución de su obra, que combina las figuras de insectos con figuras del cuerpo humano.

«La sangre acompaña al ser humano en el nacimiento y la muerte, que sirve de alimento a muchos insectos, que es elemento impactante de muchas películas y forma parte de la esencia humana», expone. Todas estas cuestiones son el hilo conductor de «Sanguifluus», donde «planteo una mirada a la realidad que nos envuelve desde un punto de vista existencial», dice Alaminos.

En sus obras combina los insectos con la figura humana, que tiene relieve y es fabricada en serie. Cada uno de estos seres adquiere una personalidad propia al ser trabajado por el autor. «Como pasa en las sociedades de insectos, donde todos parecen idénticos, pero cada uno cumple una función determinada, los grupos humanos tienden a aislar al individuo y dejarlo sólo en su propia existencia», explica.