Nimfa Bisbe, Robert Leporage y Josep-Francesc Feliu, al fondo.

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La Obra Social de La Caixa decidió en el año 1985 apostar por el arte contemporáneo y su difusión. Desde entonces, ha adquirido un total de 950 obras de otros tantos artistas que se han expuesto en numerosas ocasiones. Para conmemorar los veinte años de la iniciativa, la Fundació La Caixa inauguró ayer la muestra «Col·lecció Fundació La Caixa. Vint anys amb l'art contemporani» que presenta nueve de las últimas piezas. La base del montaje, centrado en grandes instalaciones, son «las sensaciones, las percepciones y la identidad», según Nimfa Bisbe, comisaria de la exposición. El vídeo, el cine y la fotografía son los formatos usados por los artistas: Rodney Graham, James Turrell, Douglas Gordon, Roni Horn, Ernesto Neto, Gillian Wearing, Óscar Muñoz, Dominique González-Foerster y Xavier Veilhan. «Con esta elección queremos provocar juegos visuales, que el espectador se involucre».

La Col·lecció Fundació La Caixa nació con la intención de seguir tres criterios. El primero consistía en «representar los movimientos contemporáneos con obras significativas» que «establecieran un diálogo entre ellas». El segundo, «poner en el mapa el arte español y relacionarlo con los movimientos internacionales» por lo que, en un principio, las adquisiciones se centraron en artistas españoles. «Ahora, sin embargo, hemos empezado a adquirir obras de artistas internacionales para completar la colección». Por último, la colección debía centrarse en el presente, «desde los ochenta hasta hoy».

De ahí que las nueve propuestas de la exposición, además de dialogar entre ellas, representan el momento actual del arte. James Turrel muestra «un espacio místico que combina la luz artificial y la natural»; Roni Horn habla de «la identidad» a través de un payaso; Ernesto Neto estudia «el espacio interior y el exterior»; Xavier Veilhan usa una «pantalla hecha con bombillas» para «obtener efectos cinéticos»; Rodney Graham enfrenta «un proyector de 35 milímetros a una máquina de escribir de los años 30»; Óscar Muñoz habla sobre «la imposibilidad de asumir una identidad»; Gillian Wearing se disfraza de los miembros de su familia; Douglas Gordon trabaja sobre «una película de Hollywood en blanco y negro» y, Dominique González-Foerster, se ha decantado por la videonstalación. Son nueve propuestas para conmemorar los veinte años de la colección.