Un campo de rastrojos con balas de paja y el cielo estrellado
sobre Maria de la Salut como escenario. En este espacio tan poco
habitual se desarrollaron el viernes por la noche las propuestas de
la primera jornada del Rock'n'Rostoll. La contundencia, madurez y
fuerza visual de las producciones transformaron el campo al aire
libre en un lugar acogedor para el medio millar de espectadores
congregados.
Tras una cena en la que se ofreció un cous-cous elaborado por la
mujeres magrebíes de Maria de la Salut, la compañía mallorquina de
danza contemporánea Cercària abrió las actuaciones con una pieza
realizada por dos bailarinas y cuatro músicos.
Tras ella, continuó la danza y la música, pero acompañadas esta
vez de la poesía y las imágenes proyectadas en una gran pantalla.
Fue el momento de la compañía Mariantònia Oliver, que representó
tres fragmentos del espectáculo «Poetes», a partir de la poesía de
autores isleños como Andreu Gomila, Sebastià Alzamora y Pere Antoni
Pons.
La primera jornada del festival, concebido por la corporación
cultural La Imposible y la asociación juvenil Rock'n'Rostoll, se
desarrolló en tres espacios diferentes y alejados suficientemente,
aprovechando las posibilidades del campo abierto como
escenario.
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