Miquel Barceló presentó ayer en la Feria de Fráncfort el libro
de fotografías que documenta su trabajo desarrollado en la capilla
de Sant Pere de la Seu. Las imágenes de «La catedral bajo el mar»,
título de la obra, fueron realizadas por Agustí Torres durante los
dos años que Barceló trabajó en este encargo del obispo Teodoro
Ubeda. Barceló dijo que «aunque soy agnóstico, buena parte de mi
imaginería viene del mundo judeo-cristiano, porque pasé mi infancia
jugando en las iglesias y es una constante que me persigue ya que
después he trabajado siempre en talleres de iglesias
abandonadas».
El libro ha sido publicado por la editorial Galaxia
Gutenberg/Círculo de Lectores e incluye una conversación con
Vicenzo Santoriello, amigo de Barceló, quien le ofreció su taller
en Vietri sul Mare (Nápoles, Italia) para ejecutar la obra. Barceló
utilizó para crear los murales 150 toneladas de arcilla, siete
kilómetros de tubos, un horno especial, una estructura metálica
sobre dos raíles y cámaras de vídeo. Después, las piezas fueron
trasladas y montadas en la capilla de la Seu, que todavía no se
puede contemplar porque faltan por concluir otros trabajos.
Barceló declaró que la Fundació d'Art a la Seu sigue sin dinero
para subvencionar el coste de los cinco vitrales de la capilla de
Sant Pere, del que el artista ya tiene relizados los diseños. La
única partida recibida en los últimos meses ha sido donada por una
fundación francesa, que precisamente es un contacto del propio
autor.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.