Los archivos de la Real Academia de Medicina de Baleares
custodian un auténtico «tesoro» histórico y cultural al guardar su
biblioteca millares de documentos manuscritos y originales que se
han trasmitido durante siglos por sus ilustres miembros. Es por eso
que el actual presidente de la Academia, Alfonso Ballesteros, ha
impulsado los trámites para que el Consell de Mallorca declare Bien
de Interés Cultural (BIC) este material que puede servir a
historiadores, sociólogos y científicos al contener datos de
interés, e inéditos, sobre la vida de nuestros antepasados isleños
a través de informes sanitarios.
El presidente Alfonso Ballesteros y el catedrático de Historia
de la Ciencia de la UIB Francesc Bujosa mostraron los originales de
unos informes, revistas y cédulas fundacionales que han estado
guardados durante casi 300 años en los cajones, lejos del interés
institucional. «Creemos, más allá del interés médico, que nuestro
archivo muestra la manera de vivir de los mallorquines de hace tres
siglos, de las enfermedades y epidemias, de lo que comían y de sus
costumbres» manifestó Ballesteros, que añade que «tenemos
documentos interesantes sobre la peste bubónica de 1820 o la fiebre
amarilla de 1821 que costó la vida a muchos baleares y que refleja,
entre otras informaciones, las actuaciones de las autoridades de la
época».
El catedrático Francesc Bujosa destaca también la existencia de
manuscritos anteriores a 1788, cuando se fundó el primer
antecedente de la academia, la Academia Medicopràctica de Mallorca,
así como topografías médicas y los discursos de los académicos que
fundaron en 1831 la Academia de Medicina y Cirugía de Palma de
Mallorca.
Ballesteros y Bujosa pretenden que «las instituciones actúen
para que todo este material pueda recibir el tratamiento que se
merece, se catalogue, se copie y se ponga a disposición de
científicos e historiadores».
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