Con el disco «Batiscafo Katiuscas», editado por Blau, Antònia
Font ha querido hacer «un viaje a las profundidades marinas de la
persona», como explicó ayer Joan Miquel Oliver, el alma creativa
del grupo. El disco supone un cambio de rumbo, «si los otros
estaban dirigidos hacia las estrellas, éste ha nacido desde
dentro». Después de la épica de «Taxi», lleno de historias, ahora
las letras están repletas de humanidad. «Es un álbum monoplaza, en
primera persona. Las letras siguen la misma línea poética,
realizada en escritura automática, pero no narran historias, es
poesía pura y dura». «Es un disco autobiográfico, tanto por lo que
se refiere a las letras como a los sonidos de los 80 que incluimos,
sonidos que oíamos durante nuestra infancia. Pero hay muchas cosas
inventadas como, por ejemplo, lo que quieres ser y no eres». El
grupo manifestó la dificultad para presentar el disco en Palma: «No
hay ninguna sala decente para hacerlo». Problemas que no tienen en
Barcelona, donde actuarán el 30 de marzo.
Más preocupado por su proyección fuera de los Païssos Catalans,
donde ya están consolidado, el grupo de pop prepara una gira por el
país que empezará en abril. Con «Batiscafo Katiuscas», la formación
se decanta por el pop duro, abandonando estilos como la bossa nova,
la rumba y el jazz. En el disco recuperan sonidos de los 80
adaptándolos a sus canciones. «Somos unos nostálgicos», confesó
Joan Roca, bajista del grupo. Antònia Font ha contado en este disco
con la colaboración de Marta Elka, Toni pastor, Lluqui Herrero y
Pere Janer.
Los mallorquines presentaron ayer el primer videoclip del disco,
«Wa Yeah», realizado por Antoni Lara. Un vídeo lleno de
reminiscencias de los ochenta, símbolos, sonidos y estética.
«Batiscafo Katiuscas» se ha grabado en los estudios Pararrayos
Júpiter, Hiroshima y Cosmic Blend.
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