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M.LOSHUERTOS

Al entrar en el taller de Can Vent, uno siente que el tiempo se paraliza, que la prisa ha dejado de existir. Una máquina vieja y pesada domina el espacio y cuatro hombres hablan. Así es Can Vent, el taller gráfico que tiene al pintor y grabador Andreu Maimó en Felanitx. Y allí es donde desde hace unas semanas se reúnen Andreu Maimó, Carles Menéndez y el pintor Miquel Brunet para hacer litografías.

A los 87 años de edad Brunet continúa dedicando gran parte del día a pintar. Reconoce que la artrosis que sufre en las piernas le impide de enfrentarse a los lienzos de gran formato, aunque sigue trabajando en nuevos proyectos.

«Nuestra idea es hacer una serie de doce litografías de Brunet, de las cuales haremos entre 80 y 90 ejemplares», explicó Maimó, quien considera que «lo que da realmente valor a la obra es el hecho de que el tiraje sea limitado y que cada litografía aparezca numerada y firmada por el artista».

Miquel Brunet no ha trabajado demasiado la obra gráfica aunque este «arte» no le es desconocido por completo, ya que ya colaboró con Maimó hace unos años y con el Taller 6a. «Cualquier artista quiere que su obra llegue a la mayor cantidad de gente posible y las litografías son la manera más democrática de distribuir el arte», opinó Maimó. «Me interesan los cuerpos desnudos porque la ropa no me dice nada. Las personas que dibujo siempre son campesinos. Los hombres fuertes y las mujeres con los pechos grandes y curvas». El movimiento, las naturalezas muertas, los paisajes y la mitología griega, de donde se inspiró para la realización de muchos de sus cuadros, completan la lista de los temas que han servido Brunet como fuente de inspiración.