Una colección de 64 piezas cerámicas de Picasso procedentes de
Mallorca conforman la exposición «La ceramiche di Picasso. Acqua,
fuoco e terra», que se inauguró ayer en la sala expositiva Carino
Gambacorta de la Banca di Teramo. Las obras proceden del fondo del
Museu Es Baluard, de la Col·lecció d'Art Serra y de la Sala Picasso
Ceràmiques de Soller. La inauguración de esta muestra, comisariada
por Dolores Duran, contó con la presencia de Antonio Tancredi,
presidente de la Banca di Teramo; Giovanni Chiodi, alcalde de
Teramo; Bruno de Rosa, alcalde de Castelli; Giorgio d'Ignazio y
Bruno Cipollone, concejales del Ayuntamiento de Teramo; Paolo
Tancredi, diputado regional del Abruzzo; Paola di Felice, directora
del Museo di Teramo; y Pere A. Serra, presidente del Grup Serra,
que durante el acto fue condecorado con el Quattrino d'Oro, una
distinción que se ha otorgado a personalidades como Oscar Luigi
Scalfaro, que fue presidente de la república italiana.
La exposición recibió una gran acogida en Teramo, provincia de
la región del Abruzzo, famosa por su tradición cerámica que arranca
del 'cinquecentto' y que se denomina cerámica 'di castelli',
representada en los museos más importantes del mundo como el
Louvre, el Metropolitan o el Hermitage, así como en las colecciones
privadas más prestigiosas. «La ceramiche di Picasso. Acqua, fuoco e
terra» se exhibirá en Teramo hasta el próximo 31 de mayo, desde
donde se trasladará al Museo e Fondazione Venanzo Crocetti de Roma,
donde permanecerá desde el 5 de junio al 15 de julio.
Pablo Picasso se adentró en el mundo de la cerámica de forma
casual tras visitar la localidad de Vallauris en 1946. Un año
después regresó con bocetos y dibujos que convirtió en realidad en
el taller Madoura. El artista no se sumergió en este mundo para
decorar piezas, sino que, a sus 66 años centró su trabajo en
experimentar e investigar una técnica que desconocía. Se preocupó
por conocer la materia y la reacción de los esmaltes, y, en un
principio, basó su producción en superficies planas. En una segunda
etapa, Picasso se adentró en la tridimensionalidad. Se basó en
piezas preexistentes y empezó a modificarlas. La evolución le llevó
a una tercera etapa, en la que se liberó de las formas
tradicionales y creó sus propias cerámicas, proyectadas en dos o
tres elementos que deconstruye y combina de manera diferente,
situándose más cerca de la escultura.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.