Un joven sacerdote llegado de Roma en 1966 con varios títulos musicales bajo el brazo, Bernat Julià, puso en marcha, en 1966, la coral Capella Mallorquina, fundada, en cierta forma, sobre la base de la Capella Clàssica que había dirigido Joan Maria Thomàs hasta entonces. Mañana domingo, la primera ofrecerá en el patio de la Almudaina (21.00) uno de los conciertos con los que celebrará su 40 aniversario, junto a la Orquestra Simfònica, dentro del programa del Corpus. Desde que en 1999 tomó el relevo en la dirección de la Capella Mallorquina un joven Josep Maria Moreno, que había colaborado con Bernat Julià antes de su jubilación al frente del coro, el grupo, que cuando se fundó era el único de su nivel en Mallorca, tuvo que adaptarse a unos tiempos en los que proliferaban las agrupaciones corales y el canto coral había adquirido un lugar importante dentro del espectro de la música clásica. Rosario Amengual, soprano y solista en muchos conciertos, es la única cantaire que queda del grupo fundador y recuerda que «en aquella época la Capella era la niña bonita, cantábamos en todas partes y tuvimos acceso a muchos sitios». La Capella, dice Rosario, «ha sido media vida para mí». Un veterano es también el canónigo Antoni Fullana, actualmente vicepresidente de la fundación que rige la Capella y que pronunció el discurso de despedida del coro que dirigía Thomàs. Lo sabe todo sobre el grupo, del que escribió un libro en el 25 aniversario.
En su historia, la coral cuenta con hitos sociales como haber cantado en las bodas de Rosario Nadal y Simoneta Gómez-Acebo o haber recibido un premio de manos de Clint Eastwood cuando era alcalde de Carmel, en la California juniperiana. Del pequeño grupo inicial se pasó a la cincuentena de miembros actuales y se amplió la «envergadura» del repertorio, cuenta Moreno, para «competir sanamente» en un mercado al alza. Sin «perder el sello de calidad», sino «manteniéndolo», la formación abordó «el repertorio sinfónico y la colaboración con orquestas sin abandonar el canto polifónico a capella, y hasta hubo una colaboración en Alcúdia con la banda de pop rock Antònia Font. Moreno se confiesa «abierto a todo mientras que no tengamos que renunciar a la calidad». La Capella ya ha superado las 1.000 actuaciones y las 1.000 obras que puede cantar y de ella han salido directores de coros muy acreditados.
Una trayectoria así hay que conmemorarla. Este año presentarán un CD con el «Réquiem» de Mozart grabado en directo en Manacor; el 14 de septiembre, también con la Simfònica, estrenarán en Mallorca el «Canticum paschale» de Antoni Martorell, que cantaron en Roma, y el 9 de noviembre interpretarán la «Divina comedia» con música de Bernat Julià para orquesta, coro, solista y recitador, con la colaboración de la soprano Paula Rosselló, y «en perspectiva tenemos un concierto de música oriental».
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