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L.MOYÀ

Hablar de nombres como Víctor Hugo, Federico García Lorca o William Blake supone asociarlos a la literatura. Ahora, una exposición indaga en su relación con la pintura, una relación a veces escondida y, otras, muy prolífica, casi tanto como la escritura. «La paraula pintada. Pintors-Escriptors», que se inaugura esta noche en el Museu Es Baluard, presenta más de 150 obras de 23 escritores, incluyendo pinturas, dibujos, grabados y acuarelas. La muestra permanecerá en el centro hasta el 24 de septiembre. Las piezas han sido prestadas por coleccionistas y museos de distintos países europeos, como el Musée National d'Art Moderne Centre George Pompidou, el Musée d'Orsay, La Maison de Víctor Hugo de París, la Fondazione Hermann Hesse de Montagnola, el Museo de Literatura Adam Mickiewiz, el Museu Nacional d'Art de Catalunya y la Biblioteca Nacional de Madrid, entre otros. Se trata de la primera muestra temática producida íntegramente por Es Baluard.

«La paraula pintada» permite «descubrir en España los aspectos menos conocidos de grandes personalidades de la literatura universal», explicó Marie-Claire Uberquoi, comisaria y directora de Es Baluard. La elección de los escritores concierne esencialmente a poetas, novelistas y dramaturgos de los siglos XIX, XX y XXI como Roland Topor, Jean Cocteau, Apel·les Mestre, August Strindberg, Benito Pérez Galdós, Günter Grass, Herman Hesse o Antonio Buero Vallejo, entre otros. «Todos pertenecen a diferentes corrientes literarias y artísticos, como el romanticismo, el modernismo, el surrealismo, el expresionismo, el realismo, la pintura metafísica o la abstracción lírica». Precisamente, la exposición se articula uniendo a sus protagonistas según su adhesión o simpatía por uno u otro movimiento.

La muestra combina figuras conocidas por su pasión literaria y por la artística, como, por ejemplo, William Blake, Henri Michaux, Rafael Alberti o Lorca; con otros escritores con una labor artística más desconocida, como Dino Buzzati, Herman Hesse, Pierre Loti, Bruno Schulz o George Sand, entre otros. «El montaje permite evocar, también, a algunos escritores-pintores vinculados a Mallorca, como George Sand, el Arxiduc Lluís Salvador, Camilo José Cela o Joan Bonet». De esta manera, se sigue uno de los objetivos de Es Baluard: «Recuperar el pasado artístico de Balears desde finales del siglo XIX desde una perspectiva internacional». Cada apartado se complementa con unas vitrinas en las que se presentan las obras más significativas de los escritores expuestos, incluyendo algunas primeras ediciones. Uno de los paradigmas del escritor-pintor es William Blake, quien ideó una forma de expresión que combinaba el dibujo y el texto y que en Es Baluard está representado por los ocho grabados de las «Ilustraciones para el libro de Job». Víctor Hugo es otro de los referentes, con sus experimentos en pleno siglo XIX con técnicas como el collage, epochoir, elemento que empleó en «Ruines d'un aqueduc», de 1850; o egratagge. La francesa George Sand es más conocida por su faceta como escritora, pero inventó una técnica, la dendrite, consistente en verter directamente sobre el papel la acuarela, como puede verse en «Paysage avec ruines», de 1874. Herman Hesse, por su parte, «realizó una carrera paralela, ganándose la vida durante algunos años con la pintura y no con la escritura». En Palma se presentan obras como «Agra», de 1924, o «Rotes Haus», de 1922.