Estopa dejó sin aliento a una plaza de toros colmada hasta la bandera

Con un calor axfisiante, la plaza de toros de Palma se quedó pequeña para la multitud que congregó el dúo de Cornellà el martes por la noche.

Todo fue fiesta. Desde horas antes, y soportando un sol que calcinaba, cientos de fans mataban la espera con agua, música de, claro está, Estopa, y cantando, coreando y dando vivas a los hermanos Muñoz.

Y así, cuando la luna se posó en las diez, los Estopa aparecieron sobre el escenario para que la gente, las más de diez mil personas que acudieron, ovacionaran a los músicos.

El show fue de menor a mayor, si eso cabe, porque desde el principio mismo la química entre el público y los Muñoz resultó fulminante. «Malabares» abrió el concierto, canción de su última placa y motivo de la gira, «Voces de Ultrarumba». «Tu calorro» y «Fin de semana» le siguieron para poner a tope, ni falta hacía, a la multitud que cantaba, sudaba, coreaba, bailaba y se divertía de lo lindo con estos rumberos que no dan tregua.

Son canciones simples las que interpretan, pero llenas de todo un campo semántico y de lugar muy cercanos a la gente que los escucha, que los va a ver a conciertos. Cultivan, sin duda, los mismos códigos. Sólo verles allí arriba con esas pintas de fulanos comunes, chavales un poco desprolijos, de estar en la calle, sus trampas y sus secretos. Tipos que están interesados en cosas simples como esperar el fin de semana, los colegas del barrio, el bar, algo para decirle a su chica, pero no mucho. En fin, realismo barrial.

Pero todo esto sería la mitad si no estuviese muy bien combinado con la música que llevan a cabo. Los Chichos, con los que fueron amamantados como muchos que anteanoche estaban en el Coliseo Balear, son su principal influencia. La rumba suena bien, movediza, clara, como el rock que no apunta a otra cosa que redondear junto con algo de flamenco, algo de batucada, y mucha honestidad, profesionalismo y energía.

«Tragicomedia», «Pastillas de freno», «Fuente de energía» y las dos finales, «Ojitos rojos» y «Como Camarón», cerraron un gran concierto. De lo mejor.