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NURIA ABAD
En el marco de los actos organizados con motivo de la apertura al público de la Casa-Museo Robert Graves, la finca de Ca'n Alluny de Deià, donde el escritor vivió entre 1932 y 1985, acogió ayer una recepción en la que Aurora Sotelo, directora del Instituto Cervantes de Dublín y comisaria de la exposición «Robert Graves. Una vida de poeta», que se exhibió en 2003 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en el recinto de ses Voltes en Palma, habló de la obra poética del autor de «Yo, Claudio».

Sotelo se refirió a Graves «como uno de los grandes poetas del siglo XX», hecho que reivindicó ante la constatación de que «en España sólo se le conoce por su producción en prosa, y especialmente la ligada a la antigüedad clásica». Asimismo, subrayó que la presencia del legado de este reconocido autor en Mallorca «tiene que ser utilizada delicadamente para labrar en el exterior otra visión de Mallorca como destino turístico, algo que todavía no se ha hecho y que demuestra la gran negligencia de las instituciones y de los medios de comunicación para darse a conocer en el extranjero».

Tras la conferencia de Sotelo, esta cita con la literatura de Robert Graves contó también con una lectura a cargo de los José Luis de Juan, Gabriel Janer Manila, Llucia Graves, Jaume Pomar, Rosa Planas y Neus Canyelles. Asimismo, entre los asistentes se encontraban el conseller de Cultura del Govern, Francesc Fiol; la directora general de Cultura, Catalina Sureda; el director general de Política Lingüística, Miquel Melià; el alcalde de Deià, Jaume Crespí; los escritores Maria de la Pau Janer, Carme Riera, Pere Morey, Toni Vidal Ferrando, y el ilustrador Max.