El grupo Falsalarma, durante su actuación

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JOAN CABOT

Falsalarma, El Chojín, Hiptotik y No nos Conoces encabezaban el cartel de grupos invitados a la primera edición de Hipalma, una nueva iniciativa con la que el Ajuntament de Ciutat pretende ofrecer un marco en el que la cultura del hip hop al fin pueda darse a conocer y salir de círculos cerrados. En ese sentido, una de las mejores propuestas es la del concurso de grafitti, una pequeña muestra de que los muros pueden ser un lienzo perfecto para la gente con ganas de, realmente, expresar algo. Había premios de 1.000 y de 1.800 euros dependiendo de si se participaba individualmente o en grupo, además de exhibiciones de escritores foráneos. Paralelamente también había una demostración de boying y un concurso de skate, también con premio.

Mientras, los discjockeys se encargaban de ambientar la fiesta. Tres primeras espadas locales como son Iván Sáez, Dj Omino, Lup's Digga y Don Manolo Pinchadiscos, ex miembro de los desaparecidos y añorados La Puta Opepé. Cada uno en su rollo, pero con una selección con sustancia. Omino tiene carencia por el R'N'B y el hip hop americano más soul; Lup's tiene un pata funky y Don Manolo combina sin dificultad el underground actual con guiños a la oldskoo. Los locales No Nos Conoces fueron los primeros en aparecer sobre el escenario de Son Moix, en versión reducida a dúo, encabezado por el Charolito Romaní y Koala (no confundir con el de Opá, éste estaba antes) a los platos. Después, los sevillanos Hipnotik, un grupo de hardcore típico de la capital andaluza.

El plato fuerte llegó justo después con Falsalarma, que ofrecieron un concierto sin sorpresas, pero efectivo. Su discurso se limita a los ejes básicos de la cultura del hip hop y saben tirar del hilo con un discurso de unión y comunidad entre los pertenecientes a la cultura del hip hop. Siguen presentando su disco «Alquimia», del que acaban de publicar un DVD con uno de sus conciertos.

Desde Torrejón de Ardoz, el Chojín vino cargado de pedagogía para presentar su nuevo disco «8jing». Para entonces, parte del público ya había desaparecido. De hecho casi parecía que había más gente durante los concursos de la tarde que durante los conciertos de la noche.

En cualquier caso, la primera edición de Hipalma fue un éxito. El simple hecho de que algo así se haga al fin en Palma ya es una buena noticia. Al fin y al cabo, el hip hop ha sido una de las expresiones de la cultura juvenil más importantes y decididamente creativas de los últimos veinte años, además de haber conseguido un gran peso popular en los últimos tiempos.