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M.T.F.

Hasta hace tan solo unos días Carles Cuevas se colaba en los hogares baleares como Jaumet de la serie «Vallterra». Ahora ya trabaja en un nuevo proyecto. Ayer mismo estrenaba «Tío Bob», de Austin Pindleton, con Miki Molina en el teatro Carrión de Valladolid, una obra que en enero llegará al teatro Muñoz Seca de Madrid.

Según explicaba ayer el actor mallorquín, «después de grabar Vallterra vine a vivir a Madrid. El trabajo me surgió como a mi me salen los trabajos: presentándome a un casting. Miki buscaba a un actor que le que diera la réplica y parece que yo tenía el perfil».

En la obra, Miki y Carles representan tío y sobrino, dos personalidades muy complicadas, cuya relación se agrava cuando se descubre que el tío sufre el sida «en el año ochenta, lo que era mucho más dramático que ahora», asevera el actor, que ha sido dirigido en esta ocasión por Juan Calot.

«Cuando vivía en Barcelona, ya trabajé mucho en teatro, pero tal vez sea en ésta obra donde mi personaje tenga más peso», afirma el mallorquín.

Si ahora tiene que cambiar de lengua (del catalán de Vallterra, «donde teníamos unos asesores lingüísticos fantásticos», al castellano) no cambia cuándo interpreta una personalidad complicada: «La verdad es que disfruto representando estos personajes. No sé cómo los directores me ven, yo me veo muy normal», aseguraba Carles horas antes del estreno, cuando la ciudad castellana celebra las fiestas mayores. Además de que el montaje funcione a la perfección, tanto Carles como Miki esperan con mucha ilusión que se cumpla su deseo: «Poder llevar 'Tío Bob' a Mallorca». Y es que no sólo Cuevas mantiene una gran implicación con la sociedad de la Isla, sino que Miki, que debuta como productor y cuenta para la obra con la música de su hermano Noel, disfruta de muchos de amigos en Mallorca.