Casi 140 personas participaron en la III Trobada Internacional de Pintors. Fotos: JAUME MOREY

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Un sol radiante acompañó ayer por la mañana a los 138 pintores que participaron en la III Trobada Internacional de Pintors que se celebró en las terrazas del Museu Es Baluard. Ni una nube estropeó una jornada dedicada al arte en la que mayores y jóvenes disfrutaron de poder pintar al aire libre en las calles de Ciutat, un lujo pocas veces posible.

El evento organizado por la Asociación de Bellas Artes de Balears (Adeba) y por el Club Internacional Amigos del Arte sirvió para «reafirmar la amistad entre los artistas y estimular entre los mallorquines la pasión por el arte», afirmó Juan García Orell, presidente de las dos entidades. No había ninguna restricción en las bases que impidiera la participación. El único requisito era amar los pinceles y estar dispuesto a permanecer durante una mañana deambulando por Ciutat para encontrar el lugar ideal.

Tanto amateurs como profesionales, entre los que estaban Coronado, Reche, Camargo o Manolo Martínez, disfrutaron de una jornada de compañerismo en la que pudieron charlar con los colegas de profesión y conocer nuevas perspectivas artísticas. La única limitación fue el tema: las obras debían plasmar algún rincón ubicado entre la Seu y Es Jonquet. Y empezar con un lienzo totalmente en blanco.