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M.T.F.

La ciudad de Nueva York acogió el pasado 9 de noviembre una subasta peculiar. Joanne Carson, amiga íntima de Truman Capote, decidió desprenderse de objetos que habían pertenecido al escritor de A sangre fría, no para sacar un beneficio personal, si no «por los animalitos» que tanto ella como el escritor amaban con locura.

Entre los objetos de la subasta, y vendido por tan sólo 100 euros, estaba la prueba irrefutable de que el periodista y escritor pasó por Mallorca: una postal de Cala Fornells con el clásico paisaje de playa idílico. En el anverso es donde hay más información: dos sellos, de diez y de dos pesetas, presididos por la efigie de Franco con matasellos de Palma. La destinataria es Joanne Carson, está fechada el 20 de julio de 1970 y fue enviada vía aérea. En ella, un tal Ras escribe a la amiga estadounidense que «realmente España es guapa. Pronto iremos a Suiza...». A continuación viene la nota afectuosa de Capote: «Hello, Sugar. Ajo /okay. Love-T» (Hola, querida. Todo va bien. Te quiereT). La T, de Truman, da idea de la relación amistosa que mantenían Capote y Carson.

La subasta también licitó un ejemplar de Un hiver à Majorque, de George Sand, que se vendió por sólo cincuenta dólares, aunque había anotaciones a lápiz de Capote y llevaba estampado eex-libris del autor. La edición parisina, de 1984, deja claro que no lo compró en Mallorca.

Existen muchos interrogantes sobre la estancia del escritor en Mallorca. Parece que el autor se alojó en el hotel Son Vida. Melchor Bosch, que fue director del establecimiento durante muchos años, lo confirmaba: «Sí, yo todavía no trabajaba en el hotel, pero sí que se sabe que Capote estuvo».

De hecho, en un reportaje publicado en una revista online sobre la reapertura del establecimiento hotelero hace pocos meses, se enumera una lista de los visitantes ilustres que incluye a Truman Capote.

Por otra parte, los miembros de la familia Peña, que durante muchos años regentó el hotel Cala Fornells de Peguera, no pueden recordar de si el autor se hospedó en el hotel o no. Maria Peña, hija de los propietarios, afirmó que «no podemos confirmar que durmieran, pero tal vez sí que vino a la terraza y tomó algo porque es curioso que la postal elegida fuera de Cala Fornells», concluyó.

Otra de las teorías que se han sopesado a la hora de averiguar qué hacía Capote en el Mediterráneo ha sido la de que estuviera como invitado a bordo del yate que la familia Agnelli tenía y que, en verano, a menudo iba hasta Portocolom, como confirmó el periodista Andreu Manresa: «Agnelli tenía un yate impresionante llamado GEA que, cuando yo era niño, veía por el puerto de Felanitx». Revisando la hemeroteca de aquellos tiempos, se ha comprobado que, el 17 de julio de 1970, Peter Ustinov participó, como embajador de la Unicef, en un mercadillo instalado en el Pueblo Español, al que también acudió el actor inglés George Sanders. Pero de la presencia de Truman Capote no se dice nada.