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N.MARTÍ

El Consell de Mallorca presentó ayer el segundo volumen publicado por el Arxiu del So i de la Imatge, que recopila más de un centenar de programas de mano de películas que se proyectaron en las salas de Mallorca durante la década de los 40. La información incluida en El cinema als anys 40. Una visió dels programes de mà de la col·lecció Viñas, que ha prologado el periodista Jaume Figueras, ha sido recopilada por los técnicos Margalida Albertí, Francesc Barceló y Pablo Pérez-Villegas.

El cine de los 40, según Figueras, estaba «muy condicionada por la situación de guerra y posguerra». «Se hacía un cine de teléfonos blancos» donde se mostraba un ambiente saludable de clase alta lejosde la posguerra que vivía el país. Los programas de mano eran auténticas obras de arte con una función meramente publicitaria, que ahora ha quedado eclipsada por los trailers y los anuncions televisivos. Figueras destacó el poder del programa de mano para «engatusar» a los espectadores.

«Contemplar libros como éste es como volver al pasado, cuando se iba al cine como si fuera un acto religiso». Para Figueras, el cine está en un momento de transición porque «se ha perdido la ceremonia colectiva, el deseo de ir a ver una película concreta en una sala concreta», dijo referiéndose a las multisalas.

El periodista aprovechó su visita a Mallorca para recorrer el Museu Es Baluard. «Me ha parecido impresionante, tanto el contenido como, también, las formas, la distribución del espacio o las terrazas, que deben tener las mejores vistas de Palma».