Manuel Romero, Francesca Martí, Alfons Martinell, Ramón Blecua y Catalina Sureda. Foto: JOSE SEVILLA

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JOSE SEVILLA |MADRID

La artista mallorquina Francesca Martí (Sóller, 1957) fue presentada ayer en la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en Madrid, como la representante de España en la X Bienal Internacional de El Cairo (12 diciembre - 12 febrero) con el montaje (performance) Soul, imagen, música y movimiento, que mezcla vídeo, fotografía digital, pintura, danza y música, un camino «experimental», según sus palabras, que empezó a recorrer en 1999. Martí, quien obtuvo un importante reconocimiento internacional en el KunstMuseum de Bonn y en la Kulturwerkstatt de Munich, ambas en Alemania en 2003, ocupará el pabellón español en el país africano con cuatro obras de vanguardia: Soul I, Movements Soul II, The Back y Magdalena y Brigite. Soul I es un vídeo de cinco minutos de duración donde su amigo, el profesional de ballet Sergio Expósito, «transmite sensaciones» bailando frente a una tela blanca de dos por cinco metros, marcada por su figura estática fotografiada varias veces y los trazos de pintura de la artista balear por encima. Soul II repite los movimientos de baile sobre cinco telas de dos por un metro que se proyectan al público. Ambas obras van acompañadas con música de fondo creada por el compositor mallorquín Joan Valent. The Back es un mural de ocho cuadros surgido a partir de una foto que se repite en ocho imágenes diferentes tomando como base la instantánea de una mujer y los trazos pictóricos de la artista. Finalmente, Brigite y Magdalena son cuatro telas grandes con dos rostros de mujeres fotografiados en escorzo y semiocultos por la pintura. «Brigite es una amiga mía, escritora irlandesa, con una vida muy trágica», explicó la autora.

A la presentación acudieron el director general de Relaciones Culturales y Científicas de la AECI, Alfons Martinell; la directora general de Cultura del Govern balear, Catalina Sureda; el comisario de la exposición española en El Cairo, Manuel Romero; y el consejero cultural de la Embajada española en la capital de Egipto, Ramón Blecua. Francesca Martí, que desde hace cuatro años vive a caballo entre Suecia y Sóller, afirmó que en la Bienal pretende «hacer sentir a cada espectador lo que quiera experimentar» sin que haya una idea premeditada en la obra más que transmitir sensaciones. «Estudio la figura humana y las emociones», dijo.

Martinell destacó que en Oriente Próximo «sobra la tensión y falta la cultura», mientras que Romero, que vive en Alejandría, apuntó la enorme calidad de la obra de la mallorquina y el gran interés de Egipto por la cultura. «Miles de personas verán su obra» en El Cairo. «Trata un tema tan viejo y abandonado como es el alma, llega a lo más profundo y busca la esencia del alma de la vida y de las cosas como ya hizo María Zambrano», añadió el comisario de la muestra en referencia a Martí. Por su parte, Sureda indicó que el Govern balear se esfuerza por promocionar fuera de las Islas y de España a los artistas locales, y destacó que El Cairo puede aumentar la proyección de la pintora y fotografa isleña. Y colabora con la AECI en otros proyectos, como el vinculado al artista balear Bernardí Roig.