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OTR/PRESS|LOS ÀNGELES

Algo se mueve en Estados Unidos. Si en 2003 la industria discográfica callaba ante el boicot que sufrieron las Dixie Chicks por sus comentarios contra la política hacia Irak del presidente George Bush, la 49 edición de los Grammy ha supuesto la redención y sacralización del trío texano. Emily Robinson, Natalie Maine y Marti Maguire fueron las grandes vencedoras de la gala que se celebró en el estadio Staples de Los Angeles, acaparando los principales premios entre los cinco galardones que recogieron.

Los californianos Red Hot Chili Peppers y la neoyorquina Mary J. Blige fueron los otros dos artistas más premiados en una gala con sabor claramente retro. Junto a los premios de Mejor Album del Año y Mejor Canción, las Dixie Chicks recogieron los de Mejor Grabación del Año y, paradójicamente, los de Mejor Album de Música Country y Mejor Interpretación de Grupo en esta categoría, de la que se han alejado en su último disco.

Los más de 500 candidatos que concurrían a los premios más importantes de la música justifican que en la gala sólo se repartan algunos y que muchos de los nominados se enteren de su victoria o de su fracaso horas antes de la misma. Así, el premio al Mejor Album Latino de Pop, compartido por Ricardo Arjona (Adentro) y Julieta Venegas (Limón y Sa), o el de Mejor Album Latino de Rock o Alternativo, para Maná por Amar es combatir, se supieron antes de que diera comienzo la ceremonia de los Grammy. Al margen de lo anterior, los otros dos artistas que en la noche de ayer tuvieron el honor de subir al podio fueron los Red Hot Chili Peppers, Mejor Album de Rock por Stadium Arcadium, al que se sumaron los de Mejor Canción de Rock y Mejor Interpretación de Grupo de Rock, así como a la Mejor Funda a la Edición Especial de un Album. La otra ganadora fue Mary J. Blige, que de ocho candidaturas sólo consiguió tres.