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JAVIER J. DÍAZ

El tenor Josep Carreras vivía para la música hasta que una leucemia se cruzó en su camino. Tras bordar su mejor actuación, superándola, decidió dividir sus esfuerzos entre su pasión, la ópera, y lo que ha considerado su deber, la lucha contra un mal del que aún se desconoce la causa. Ayer dio un paso más en su camino ya que la fundación internacional que lleva su nombre firmó un convenio con la Fundación Iberostar -presidida por Miquel Fluxà- para llevar a cabo iniciativas a favor de la lucha contra esta enfermedad.

El acuerdo iniciará campañas de captación de donantes de médula ósea, promoverá el trasplante de la misma y difundirá información acerca de esta enfermedad, además de organizar actividades para conseguir socios. Actos, por ejemplo, como el recital benéfico que anoche tuvo lugar en la Seu de Mallorca.

El tenor aprovechó la firma del convenio para explicar que le parecen «lógicas» las constantes polémicas que sacuden al mundo de la ópera en los últimos años, debido, en parte, a la situación de los profesionales del sector, que, según apuntó, viven «en la cuerda floja» por la «tensión y ansiedad» que sufren constantemente.