La carpa habilitada en la plaza de sa Llonja se llenó por completo de público. Foto: PERE BOTA

TW
0

JAVIER J. DÍAZ

EPaso doble de Miquel Barceló y Josef Nadj pasó ayer una prueba de fuego, la del público que asistió a la primera representación de ambos artistas en el espacio de sa Llonja. Hoy y mañana habrá una nueva oportunidad para verlos en directo trabajando con la arcilla. Las invitaciones ya están agotadas. El acto levantó mucha expectación en la capital balear. Políticos, artistas y ciudadanos no querían perderse esta cita única que sólo se había podido ver en la última edición del Festival de Avignon. Era una ocasión única al alcance de unos pocos. El ansia por ver un acontecimiento así era tal que, antes de que comenzase, los alrededores de sa Llonja estaban abarrotados de personas. Minutos antes de que diera inicio, un problema con el reparto de entradas hizo que algunas personas se tuvieran que quedar fuera del recinto y no pudieron entrar ni en el edificio ni en la carpa instalada justo enfrente con una pantalla para seguir la obra en directo.

A pesar de esto, Paso doble comenzó sin problemas. A la salida, todos los asistentes coincidieron en alabar a Miquel Barceló y Josef Nadj. «Magnífico», fueron las palabras de Yanick Vu y Ben Jakober. Igual de sorprendido salió de La Lonja el pintor Nils Burwitz, quien calificó de «extraterrestres» a los dos autores. «Lo hacen con mucho estilismo, es de relevancia mundial», apuntó. Pepa Charro, por su parte, confesó sentir «envidia» de ambos y dijo que estaba «deseando» llegar a su casa para «montar una pared de arcilla y hacer lo mismo». Al galerista Joan Guaita le pareció «estupenda» y, además, apuntó que tras la representación se pueden «entender» aspectos de la obra de Miquel Barceló. Teresa Matas, que salió muy satisfecha, afirmó saber «lo que se siente al trabajar con el barro» y admiró la capacidad de Barceló para «involucrarse» con su trabajo. El actor Carles Molinet destacó lo relevante que es «descubrir al creador con su materia mientras la trata», mientras que el músico Joan Company describió la cita como «histórica». Los escultores Joan Costa y Jaume Mir, la pintora María Carbonero y otros artistas también estuvieron presentes en La Lonja.

Jaume Matas, presidente del Govern, lamentó que más gente no pudiera ver la obra y dijo que una experiencia así es «para contar a nuestros nietos». Maria Antònia Munar, presidenta del Consell, destacó la «fase intermedia» como su preferida, que calificó como una «versión didáctica» ya que así se pueden «entender» más aspectos de la obra que el artista ha realizado en la Seu. Tras la representación, el Govern organizó un cóctel en el Real Club Náutico de Palma al que asistieron numerosas personalidades. Al cierre de esta edición, el artista aún no había acudido.