John Tirado, junto a los componentes de The Buzzcocks en los camerinos.

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NURIA ABAD

Nada menos que desde 1997 llevan en activo The Nash, veteranos de nuestra escena independiente que vuelven con un nuevo trabajo, Kicks and Glory (Blau, 2007). Ya son diez años de carrera en los que han compartido gira con bandas que forman ya parte del Olimpo del rock como son los Buzzcocks o Superchunk, y escenario con otras como Chevelles, Jet Lag y, más recientemente, Marah. La historia de The Nash se remonta a principios de 1996, cuando John Tirado, guitarrista y vocalista, y Maukka Palmio, baterista, llegaron a Palma desde un avión que había partido de Nueva York. Una vez aquí, conocieron a diversos músicos de la escena local que les hablaron sobre la existencia de un concurso, el Pop Rock, al que se presentaron y en el que se proclamaron ganadores. De aquella primera experiencia en tierras mallorquinas surgiría su disco debut, The Last Cigarrete (Malafama/Primeros Pasitos, 1997).

La formación del grupo varió durante y después de la grabación del disco. El lugar del bajo sería ocupado definitivamente por Àngel Cubero (Vancouvers), y el de baterista por Toni Toledo (Sexy Sadie), Pep Lluís García (Wondrebrass) y, actualmente, por Luis Segura (L.a., Glycerine). En cuanto a los guitarristas, Jaime García (Sexy Sadie) fue seguido de Javi Ruiz (Trece) y éste por el incombustible Brett Lomas. Este primer disco les supuso ser teloneros por toda España de Superchunk. «Esta circunstancia nos dio fuerza para continuar con el proyecto y escribir canciones nuevas», explica John Tirado. Pronto llegaría su segundo disco Amps On (Bittersweet, 2000), «que cosechó muy buenas críticas de la prensa especializada», en palabras de Àngel Cubero, y una gira por Nueva York que les llevaría a actuar en el CBGB's.

Tras la salida como guitarrista de Javier Ruiz y la llegada de Brett Lomas, la banda se lanzó a grabar un tercer álbum, FourWheels Dinasty (Bittersweet, 2003). Después llegaría una gira como teloneros de Buzzcocks, uno de lo grupos más paradigmáticos del punk británico. Brett Lomas recuerda que su cantante, Pete Shelley, no se perdía ninguna de sus actuaciones ni pruebas de sonido y John Tirado afirma que una noche le dijo: «Tu música me ha inspirado». Como resultado de aquella gira, The Nash consiguió comercializar sus discos en Gran Bretaña de la mano del sello ShellsHock. Los siguientes tres años han sido de instrospección, de búsqueda de un impulso devisivo. En este impás, el cuarteto se convirtió en una de las pocas bandas españolas invitadas al International Pop Overthrow Festival, que se celebra en Liverpool, concretamente en The Cavern, sala conocida como el lugar en el que The Beatles obtuvieron su fama. El impulso decisivo ha sido Kicks and Glory, disco que celebra su décimo aniversario y que les ha enseñado que les gusta trabajar desde la independencia, que la música es su profesión y que cuando tengan cincuenta años podrán gritar, dice Tirado, «menuda vida he llevado». Por cierto, se oyen campanas de que The Nash podrían ser teloneros este año de una gira de Lemonheads por España.