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FERRAN PEREYRA

Este viernes, en la discoteca Art Decó de Palma, a partir de las 22,00 horas, el Jazz Voyeur Festival dará inicio a su cuarta edición con el concierto de la Dirty Dozen Brass Band. Un programa que se dilatará hasta final de año, prácticamente a concierto por mes. De esta manera se apuesta más por lo que podría catalogarse como temporada de jazz que por una serie de jornadas condensadas en un espacio de tiempo mucho más reducido, y que identificamos con las características de un Festival.

La novedad de este año, amén de dirigir su mirada hacia sus orígenes con un cartel mucho más jazzístico, radica en el estreno del Teatre Principal como escenario decisivo para la presente edición del Festival. Esperemos que éste contribuya al despegue definitivo de una propuesta que debe de instaurarse como uno de los reclamos culturales más destacados de nuestra Isla.

La Dirty Dozen Brass Band, que debe su nombre al Dirty Dozen Social And Pleasure Club -una de las asociaciones típicas de New Orleans que renacieron en los años 70-, es una banda de metales creada en 1977 por Benny Jones. A lo largo de treinta años, sus cobres han sonado con éxito y reconocimiento en todos los santuarios del jazz. Una formación con gran nombre tanto en la ciudad de su fundación, como fuera de sus fronteras.