Aspecto del montaje de la exposición en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona.
Fotos: C.DOMÈNEC

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CARLES DOMÈNEC |BARCELONA

El mallorquín Pep Bonet fue uno de los pocos fotógrafos que estuvo trabajando en Somalia entre 2002 y 2004, retratando sin prisas y ajeno a las exigencias de la actualidad. En el Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), Médicos sin Fronteras (MSF) han organizado la exposición Somàlia: sobreviure a l'oblit, con las fotografías que Bonet buscó en aquel país coincidiendo con la época en la que los somalíes, controlados por la extorsión de los señores de la guerra, iniciaron un diálogo de reconciliación a través de una conferencia realizada en Kenya.

Dos años más tarde, se pudo crear un parlamento. Desde que en 1991, el dictador Siad Barre fuera derrocado, el país carecía de gobierno y estaba sometido a los intereses de la lucha entre clanes. El pasado año, las milicias de la Unión de Tribunales Islámicos controlaron la mayor parte de Somalia. En diciembre, las tropas de Etiopía, con el apoyo de los Estados Unidos, entraron en la capital Mogadiscio y los Tribunales se retiraron. Bonet ha fotografiado todo este contexto de guerrilla a través de su colaboración con MSF.

La exposición presenta varios bloques: imágenes sanitarias del trabajo de campo de los médicos, heridos, estructuras, nómadas y Mogadiscio. Cada zona tiene un formato. Aparecen grandes proyecciones de diapositivas. En un espacio circular, diez grandes retratos dirigen su mirada siempre a cámara. El espectador tiene la sensación de ser observado con atención por los diez personajes, cuyo tamaño supera las dimensiones naturales. Un pasillo ofrece fotografías en un clima bélico con comentarios, mientras que dos habitáculos con dos mesas llenas de imágenes parecen recrear las condiciones de trabajo del personal sanitario en Somalia. Tres grandes murales sobre tela, acompañados de pañuelos multicolores africanos, presentan la muestra junto a baúles llenos de utensilios clínicos.

Bonet encontró en Somalia algunas claves que caracterizan sus reportajes, como la exclusividad de trabajar en un conflicto olvidado por la prensa en los últimos años o la posibilidad de tratar los temas con profundidad, huyendo de un punto de vista occidental y moralista. Por ello, a pesar de la importancia de la exposición, Bonet no ha quedado del todo satisfecho con el montaje realizado por MSF: «Yo quería una cosa más sutil, más ambigua, como es mi fotografía, con mayor poesía que es lo siempre intento».

En cuanto a otros proyectos, Fonart Publishing prepara la publicación de Somalia: el rastro invisible en una edición bilingüe en inglés y castellano y controlada por el autor. A su vez, la colección Photobolsillo sobre fotógrafos españoles publicará una retrospectiva sobre Bonet en mayo. Y acaba de recibir en Amsterdam un World Press Photo. «Tendré la oportunidad de mostrar durante diez minutos, a un público en el que estarán importantes editores internacionales, mi trabajo en Sierra Leona durante los últimos cinco años, enseñaré mi trabajo Faith in Chaos al completo de 2002 a 2006, y una edición del proyecto nuevo de Somalia», añadió Bonet.