Escritores de la AELC rindieron homenaje a autores vivos con una lectura de textos. Foto: PILAR PELLICER

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URKO URBIETA

Apasionado, guerrillero y atacante, Leo Bassi vuelve a la carga tras unos años de problemas y dolores de cabeza por la puesta en escena de su obra La Revelación. Si en los escenarios, su última pieza fue acusada de anticristiana y de burlarse de los católicos y la iglesia; el actor se ha decidido a trasladar a la página en blanco la transcripción de su obra más polémica, que presentó ayer en la V Fira del Llibre de Palma.

El libro ofrece un repaso de las contradicciones de la Biblia y desmonta la historia del pecado original para llegar, como explicó durante la presentación, a una conclusión: «Intento llegar a demostrar que mi racionalidad no es tan perfecta y que mi ateismo tiene dudas, por lo que me convierto en una especie de héroe de la imperfección».

La Revelación consta de 192 páginas y un prólogo de anécdotas escritas a cuatro manos junto al prestigioso historiador de la guerra civil y amigo, Ian Gibson, donde muestra todo lo que le ha sucedido desde que comenzó a poner en escena la obra. «Este libro existe por una sola razón, la bomba que colocaron unos intransigentes delante de mi camerino en el teatro Alfil de Madrid», aseguró.