TW
0
M. AMENGUAL La actriz Maria Àngels Largo imparte un curso de monólogos de Shakespeare en el Teatre Sans. Largo, profesora del Institut del Teatre de Barcelona, se ha formado con el método Linklater de Cristine Adaire que profundiza en la relación entre la obra del autor inglés y la voz. _Parece que, a veces, desperdiciamos la voz, que es nuestro principal instrumento. _Hoy en día usamos una voz un poco de usar y tirar, tenemos un lenguaje muy codificado y parece que la expresión oral no está tan potenciada. En la época de Shakespeare, la gente leía en voz alta. Era otra relación con el lenguaje. Ahora, la voz ha quedado en segundo término. _¿Qué dinámica sigue en este curso? _Me gusta hacer un poco de entrenamiento actoral. Hago improvisación para ver cómo trabaja la gente y dar un poco de agilidad. Haremos un análisis de las escenas porque los actores necesitan conocer las circunstancias del personaje para poder jugar con ellos. Cuando las cosas estén claras, trabajaremos de pie los textos. _¿A qué meta quiere llegar con este aprendizaje? _Lo que quiero es unir cuerpo y voz porque, a veces, somos actores que hablamos muy bien, pero tenemos el cuerpo olvidado, o, al revés, tenemos una voz que sólo se oye desde la primera fila. Todo esto tiene que ver con el deseo. Si tienes el deseo de comunicarte, te haces oír. _Shakespeare es contraste: tragedia y comedia, caracteres contradictorios, intereses opuestos... ¿Cómo alcanza, un actor, todos los matices? _En las obras de Shakespeare los personajes no son nunca de una sola manera ni la respuesta es unidimensional. Todo es muy complejo. Decir que lady Macbeth es la mala es un error, es muy simple, es una lectura superficial. No hay buenos ni malos, va mucho más allá. Lo difícil de Shakespeare es tener que sumar muchas cosas, algo que a veces no sabemos hacer. Son personajes complejos en situaciones excepcionales. _¿Se ha de ser un buen actor para interpretar a Shakespeare o se tiene que interpretar a Shakespeare para llegar a ser un buen actor? _Se tiene que interpretar a Shakespeare para llegar a ser un buen actor. Shakespeare es la Biblia, es la base. Si quieres ser actor, te tienes que sumergir en él en algún momento. Es el mejor autor teatral de la historia y uno de los que ha puesto palabras a los sentimientos más universales. Para interpretarlo se tiene que ser un actor muy generoso, muy entregado, muy trabajador. _Y el público, ¿se tiene que entregar a la obra o tiene que mantener cierta distancia? _En tiempos de Shakespeare, el público participaba en las obras, piezas de tres o cuatro horas, que ahora tendemos a recortar. Y quería emociones fuertes: amor, odio, celos... Hoy en día tenemos el público a oscuras, escondido, callado. _¿Shakespeare es inmortal o lo hemos inmortalizado? _Es inmortal, nadie lo ha inmortalizado.