«Grollerlàndia» es un lugar sin determinar donde los sonidos se mezclan con ritmos de culturas mediterráneas y voces de otros tiempos, un viaje particular de diechiocho músicos embarcados camino de Ítaca. Ahora, tras ocho años de ensayos y composiciones, han sacado a la calle su primer disco.
Los Grollers de sa Factoria acaban de editar un disco con cinco canciones, un mix de sus adaptaciones presentadas en concierto. «Dentro de poco tiempo esperamos sacar un disco de larga duración», aseguró Vicenç Matas, uno de los componentes del grupo.
Las raíces de la cultura popular catalana son la base de sus composiciones, en las cuales también incluyen rock, funk, rumba e incluso toques de punk.
El grupo, mayor de edad en número de componentes y nacido en Santa Maria, aporta sobre el escenario un gran conjunto de instrumentos. A parte de los tradicionales mallorquines, como las xeremies, los flaviols o el tamborino, el grupo utiliza una base de instrumentos de viento y música electrónica de una guitarra y un bajo. La novedad instrumental la aportan los gralls, que forman parte de las xeremies. «Cuando empezamos a tocar los gralls nadie daba un duro por nosotros», aseguró Matas.
El mes de febrero comenzaron la grabación del disco en los estudios TripoTrapo de Bunyola. Hace sólo unos días que el disco ya está en la calle. Entre los temas, Na Dolores, Jo i un pastor, o la valenciana La manta al coll.
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