El grupo Escalandrum trae el sabor más genuino del jazz argentino a Mallorca

Todos son músicos de sesión y han encontrado un punto de encuentro en Escalandrum para colaborar y explorar el jazz desde la argentinidad: su música toma del tango, del folclore porteño y de otras músicas, para ellos el jazz es una esponja y tendrán cuatro noches para poner la teoría en práctica en el Jazz Voyeur Club de Sa Llonja de Palma. Ayer por la noche ofrecieron el primero de estos conciertos, pero actuarán también esta noche, la de mañana y la del lunes.

«Hemos estado esperando esto durante ocho años», explica Daniel Piazzolla. «Venimos de actuar en Portugal y el recibimiento ha sido muy cálido. Estamos muy ilusionados con nuestra primera gira europea».

La banda la forman hasta por siete músicos, entre ellos Daniel Guerschberg, uno de los instrumentistas más reputados del tango argentino. Las composiciones son propias, la rítmica llama la atención y su música tiene un timbre propio. «En cada ensayo hay algún tema nuevo con el que trabajar, mucha creatividad. Quizás por eso hemos llegado a las puertas de nuestro quinto disco sin darnos ni cuenta». Según ellos la combinación de elementos que confluyen en su música es única. «Hay una fuerte identidad», añade Daniel. «El jazz es improvisación, pero hay un fuerte arraigo con nuestro lugar», puntualizó el músico.

Roberto Menéndez, organizador del concierto y del Festival Jazz Voyeur, explicó que el concierto de Escalandrum en la Isla forma parte de un nuevo proyecto de intercambio entre Argentina y Mallorca aún en gestación. «Queremos tender un puente de plata entre Mallorca y mi país», comentó. «Nos apetece, especialmente, porque vamos a actuar en un lugar pequeño», dijo Daniel Guerschberg, quien añadió que «allí los instrumentos se sienten como son».

Después de actuar en Palma, Escalandrún se va para el Mercat de Música Viva de Vic y a seguir, pero durante cuatro noches harán del Jazz Voyeur Club su casa.